《Capítulo 16》

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¡A la Vanessa!

¿Sangre?

Desde los 11 años no me sangraba la nariz, solo cuándo discutía con una niña en el colegio y nos poniamos a pelear y ella me daba un golpe. Pero después nunca me a sangrado la nariz.

Mi madre levanta mi cabeza y Amy me mira asustada, sube escaleras arriba. Zeus empieza a ladrarle a mi madre, de seguro piensa que me esta haciendo daño.

— Zeus, sentado. — se sienta a mi lado y acaricio su cabeza mientras ella agarra la toallita en mi nariz.

— ¡Luk! ¡Papá! ¡Mikela está sangrando! — escucho gritar a Amy.

— Cariño, las chicas de la edad de Mikela sangran a menudo por... — Pablo aparece y se da cuenta de que si estoy sangrando de verdad y no es la menstruación.

Pablo se acerca a sentarse junto a mi madre, se ve preocupado. Veo a Lucas bajar las escaleras muy rápido y me mira. Genial, ¿a qué hora vienen los vecinos? Podemos hacer una fiesta.

— Mamá, estoy bien. — digo y veo que el sangrado se detuvo.

Me limpio con otra toalla, mi mamá coge mi mentón y me mira a los ojos. Después mira mi estomago y abre la boca.

— Mikela Ross. — dice cruzándose de brazos. — ¿Por qué te está sangrando la nariz?

Me encojo de hombros.

— Quizás por una hemorragia nasal. — respondo calmada.

— Quizás solo sea eso, no te preocupes mucho Josie. — dice Pablo sobando el hombro de mi madre.

— Está muy pálida, a perdido algo de peso. — mira mi barriga, llevo vestido asi que me cubro los muslos porque es incómodo tener las miradas en mí.

— Ay mamá, estoy bien. — digo tratando de que ella se calme.

Está haciendo un drama por todo esto, me pongo de pie pero tan pronto como lo hago siento como todo me da vueltas, pierdo el equilibro y si no fuera porque alguien me agarro, de seguro mi cara estaría limpiando el suelo. Me ayudan a sentarme y veo que Lucas fue él que me agarro, esto no puede ser más cliché.

— Esto no es normal. — dice mi mamá tocando mi pulso de la muñeca pero yo la retiro.

No me gusta que me toquen la muñeca ya que ahi tengo mis cicatrices, más en la mano izquierda. Ella pone sus dedos en mi pecho la parte del corazón.

— Tus latidos están muy rápidos. — dice y yo quito su mano de mi pecho.

— Si pones tu mano por mi teta obvio que se va acelerar los latidos. — digo en broma pero ella no ríe.

Pablo y Amy quieren hacerlo pero no lo hacen ya que mi mamá esta botando fuego en estos momentos.

— Con comer se le va pasar. — dice Pablo.

— Bien, come algo. — dice y me toma de la mano para llevarme a la mesa, veo que ya la tenían puesta y que solo faltan los platos.

Mi mamá trae los platos con ravioles y los pone en cada lugar, miro el plato y no se me antoja. Me da náuseas tan solo verlo. Todos empiezan a comer mientras yo solo me decido en poner el cubierto por el plato.

— No juegues con la comida Mikela, come. — dice mi madre mirándome esperando que coma.

— Tengo sueño mamá, no tengo hambre. — digo y si estoy muy cansada.

No tengo apetito y lo único que quiero es dormir con mi pijama de Bob Esponja puesta.

— Nunca rechazas mi comida Mikela, ¿algo está pasando? — entrelaza sus dedos y me mira con preocupación.

Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora