Capitulo 20

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Ese día en el que todo cambió para Eros e Indivai fue un día lluvioso y triste, como si supiera que sus destinos se separarian.

El día del escape nadie habló en la obra, todos habían escuchado el dolor de su amigo en la noche.

Todos se preguntaron por Indivai y el por qué no había ido a despedirse, pero al ver a Eros se imaginaron que las cosas entre ellos no estaban bien así que decidieron no preguntar

Trabajaron en silencio y cuando llegó la noche, Félix fue el primero en salir. Se internó en el bosque y distrajo a los guardias mientras los otros escapaban.

Cuando los guardias volvieron por qué dejaron de escuchar los ruidos del bosque, ninguno de los hombres estaba pero en ese momento ellos no se dieron cuenta ya que las luces de la casa estaban prendidas y las cortinas cerradas, así que como siempre se pararon junto a la puerta pensando que estaban vigilando a los hombres.

Los 7 hombres corrieron por el bosque con sonrisas de felicidad y adrenalina, cubiertos por los abrigos de Indivai.

Una vez que llegaron a la costa oscura buscaron el barco, fueron barco por barco leyendo los nombres en voz alta.

-Estos son los barcos que salen a las tres de la mañana, tiene que estar aquí-dijo Marcus frustrado.

Recorrieron casi toda la costa en busca del barco, las esperanzas de todos comenzaron a caer al ver los barcos salir del muelle y desaparecer en el mar.

Swart se sentó en el muelle y observó a dos hombres subirse a un barco que estaba tapado por otro, el barco se movió hacia atrás y Swart pudo ver el nombre.

Donato 567

-¡Allí está!-Swart lo señaló y al instante todos corrieron por el muelle de madera hacia el barco.

El hombre anciano arriba del barco se asustó al verlos, Marcus los frenó y se acercó al hombre con una sonrisa.

-Señor, no le voy a mentir. Somos delincuentes que injustamente fueron encarcelados por el simple hecho de no poder pagar nuestras cuentas, vamos hacia Welstein, le prometemos que le daremos una recompensa una vez lleguemos allá...

-Marcus-lo llamó Elián.

-¿Qué quieres Elián?, estoy intentando hablar con el señor y...

Elián sacó del bolsillo una bolsa con monedas de oro y se la tiró al segundo hombre en el barco, el muchacho la agarró y miró a su padre un poco inseguro.

- Vamos, suban-dijo el anciano.

Los hombres sonrieron y subieron con rapidez.

-Escondanse allí atrás-señaló un enorme contenedor-Por cierto,soy Héctor y el es mi hijo Nozca.

-Es un gusto, muchas gracias señor-Marcus apretó la mano de Héctor, este sonrió.

- No agradezca, nosotros especialmente sabemos como es ser encarcelado por culpa de las deudas, por es mismo nos convertimos en pescadores-dijo Nozca.

-¿Y cómo supo que no éramos ladrones o asesinos?-preguntó Elián confundido-Podriamos haber sido cualquier cosa.

-Ya sabía sobre ustedes y gracias por la plata, pero ya nos dieron-Nozca le tiró la bolsita a Elián.

-¿Cómo que ya le dieron?-dijo Otak sentando en el piso del barco que comenzaba a navegar hacia aguas profundas.

Los hombres se miraron confundidos.

-El príncipe ya nos pagó con diez bolsas hace tres dias-dijo Nozca-Nos aviso que vendrían y pidió que por favor los llevaramos, aunque sinceramente con todo lo que está pasando creí que él también estaba incluido en el viaje.

Ingenuo (GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora