(13) ╋Descubrimiento Sangriento ╋

Start from the beginning
                                    

Ella me pasó por un lado y yo la seguí corriendo a las escaleras dentro de la preparatoria, rezando para que llegáramos a tiempo al techo. Al abrir la puerta del techo, nos encontramos con la directora Philips ahí, a unos pasos de Jessie, hablándole, rogándole que se bajará de ahí.

—¡Jessie!— ante la voz de Natalia, Jessie nos miró por encima del hombro, sus ojos, por el Altísimo, era como si no hubiera nada en ellos.

¿Qué te ha pasado estas dos semanas, Jessie?

Natalia quiso correr a ella pero la Sra. Philips la detuvo.

—¡No! Cada vez que me he acercado se ha movido más a la orilla, habla con ella, Natalia.

Los ojos de Natalia se llenaron de lagrimas.

—Jessie, escúchame, por favor. Estoy aquí, estoy aquí, Jessie.— su voz se rompió un poco, —lo que sea que haya pasado, podemos superarlo, juntas, ya lo hemos hecho antes, Jessie.

Solo viendo el perfil de Jessie, podíamos ver como sus labios temblaban, una lagrima rodando por su pálida mejilla mientras apretaba sus manos a sus costados.

—Por favor, baja de ahí, Jessie, por favor, no hagas esto, te lo ruego.— Natalia era un mar de lagrimas, su voz rota y yo solo pude llorar en silencio porque no sabía que decir, si Jessie iba a escuchar a alguien era a Natalia, —hemos superado tanto juntas, Jessie, tu sabes que podemos con todo, por favor.

—No puedo.— la voz de Jessie era apenas un susurro, ronca como si hubiera pasado mucho tiempo sin hablar, sus ojos cayeron al vacío como si mirara a alguien ahí abajo, —Él... No puedo.

¿Él? ¿Estás mirando a alguien, Jessie?

—Si puedes, Jessie,— Natalia le aseguró, liberándose del agarre de la Sra. Philips para dar un paso hacia ella, y extender su mano, —Por favor, Jessie, mírame.

Jessie no la miró, giró su rostro al frente, sus manos en puños. Las sirenas de la patrullas y los bomberos se podían oír en la distancia. Mientras Natalia le hablaba, me acerqué a la orilla a un lado de Jessie pero manteniendo mi distancia de ella para no agitarla. Eché un vistazo al suelo y estaba repleto de estudiantes, asustados y sorprendidos, todos con sus uniformes. Era imposible distinguir si Jessie estaba mirando a alguien en especifico pero entre el montón de gente resaltaban algunos para mi.

Heist: Con las manos en los bolsillos de los pantalones de su uniforme, no lucía preocupado o afectado en lo más mínimo.

Frey: Estaba de pie al lado de su hermano, sin ninguna expresión sobre su rostro.

¿A caso no sentían nada?

Rhett: Estaba comentando algo con Cindy, su semblante lleno de tristeza.

Carter: Tenía su mano sobre sus labios, luciendo completamente horrorizado.

Volví a mirar a Jessie, con el corazón en la garganta, Natalia cada vez más cerca de ella.

Por favor, no saltes, Jessie.

—Jessie, necesito que me mires,— Natalia suplicó, su voz ronca de tanto llorar, —por favor, mírame, Jessie.

Pero Jessie se negaba a mirarla, su mirada al frente, en alguien allá abajo que yo no podía distinguir entre tanta gente.

¿A quién miras, Jessie?

—No tengo opción.— Jessie susurró tan bajo que apenas la oímos, —es la única forma.

—No, no, Jessie, siempre hay una solución, siempre hay una forma y no estás sola, lo sabes, me tienes a mi, a tu familia, por favor.

Heist [Darks #1] [En librerías] ✔️Where stories live. Discover now