"Tal vez...Solo tal vez te quiera"

-Capitulo 6-

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Sakura y Lee mantenian una animada conversacion por las calles de la villa, la gente que iba caminando a sus alrededores se veian felices por la aparente joven y linda pareja acompañando el pintorezco dia, o al menos eso pensarian si es que el chico no estuviese caminando de manos.

-odio estar en tu contra sakura-chan, pero las misiones de rango A son mas duraderas que las de rango S- replico el chico que estaba de manos hacia la pelirrosa, la cual mas que avergonzada, estaba acostumbrada de acompañarlo en medio de acrobacias.

-Lee, como ninja medico puedo decir que eso no tiene sentido alguno, he estado en misiones de 3 meses seguidos- continuo la oji verde confiada de su experiencia en el campo.

Abrupta ente el chico de cabello de tazón freno, habían llegado al tan anciado mercado,que más bien, se acemejaba a un feriado, había muchas lonas y tiendas de subenires acomodas en un pasillo, comida y ropa, había de todo para una inauguración, la expectativa de pasar un día emocionante junto con Lee hizo a Sakura soltar una viva sonrisa.

De repente, sintió la mano de Lee apetrar la suya jalandola adentro del mercado.
-¡Sakura-Chan! ¡Mira! ¡Son tus Mochis favoritos!- la llevo lo mas rápido que pudo a un puesto de Mochis de enfrijoladas comprando uno para cada uno.

Caminando por el Pacífico mercado estaba la pareja terminando sus deliciosos mochis, la chica estaba dandole un pequeño sermón al de verde mientras limpiaba sus cachetes de enfrojoladas escucho a este exclamar ansioso.

-mira, mira sakura chan-

La peli rosa fue sacada de sus pensamientos para encontrarse con el cejón, apuntando a un peluche de un puesto de niños, era tosca y en opinión de sakura, rara tortuga que tenia ojos viscos y una cinta roja sobre estos simulando ser un ninja.

-vamos lee, somos grandes para esto, ¿no crees que seria raro? -juzgo Sakura antes de ver la expresión en el rostro de Lee, le brillaba el rostro mas de lo que le brillaba al pelear con Neji o hacer ejercicio 10 horas seguidas.

Pero no era cualquier juguete, era Rafael, la tortuga ninja, Gai sensei le habia regalado uno hacia años, sin embargo en una noche de tragos en donde el resulto afectado, termino destruido junto con mas objetos personales, asi como perdida parcial de sus bienes, a pesar de ya ser un adulto, sus recuerdos de infancia tenían marcadas las noches donde cuando se sentía débil y lloraba abrazaba a esa grande tortuga para consolarse, necesitaba esa tortuga como diera lugar. 

-vamos sakura chan, solo un intento, de verdad lo necesito-Lee puso unos ojos de cachorro que nisiquiera el mismísimo Sarutobi hubiese podido ignorar. Sakura no tuvo mas remedio que aceptar su inusual propuesta.

El juego era simple, tratar de atinar le con una bola a dianas, las cuales debían caer por la fuerza del golpe.

Despues de repetidos intentos, Lee fracaso de forma épica sin darle una vez a algún tubo.

-¿ESTAS BROMEANDO?- se quejo Sakura a gritos con el encargado de tal puesto- señor, mi amigo ya ha intentado mas de 6 veces en las que por lo menos 2 lo vi dandole en el blanco, es mas que obvio que este lugar esta truqueado, porfavor denos el premio y no lo denunciaremos-

-lo siento señorita pero tengo todos los papeles, estoy reconocido por el mismisimo hokage, asi que, deben ganar y tener un peluche o perder y llorar- contesto el fanfarron hombre en su comoda silla.

Sakura tuvo que morderse la lengua para no comentar, que de hecho el hokague era su sensei, y hecharle en cara lo que ellos habian hecho por el valle en repetidas ocaciones, sin embargo trato de tomar la situación como la adulta madura en la que se habia convertido