Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)

《Capítulo 10》

La curiosidad me mata.

Busco entre la ropa y encuentro un vestido floreado hermoso, mi madre me lo había regalado hace tiempo y solo lo usé una vez. Decido ponerme eso y mis bailarinas negras. No es la ropa que usaba en Francia pero es la ropa que usaba en Small City así que decido ponérmelo.
Me pongo un poco de corrector y me peino las cejas al igual que el cabello. Me pongo mis anillos y mi collar, después de eso miro a Zeus y el me ladra.

— ¿Me veo muy rara? — le pregunto y vuelve a ladrar. — Vamos a comer.

Bajamos las escaleras y veo a mi madre en la cocina yo rápidamente la abrazo y ella me abraza a mi, me da un beso en la coronilla.

— Te extrañé tanto. — dice y nos separamos.

— Pensé que vendrías mañana. — le digo y ella niega con la cabeza.

— Terminó el funeral y vine aquí lo más rápido posible. — dice ella volviendo a servir los huevos y tocino.

Volteo y recién veo a Amy, Lucas y Pablo sentados en la mesa mirándonos. Pablo tiene una enorme sonrisa en el rostro, Amy está coloreando y Lucas me observa de abajo a arriba.

— Te ves hermosa. — dice mi madre.

Entiendo que ella me vea así porque es mi madre. Desde que regresé me he vestido de colores oscuros y atuendos que enseñan mi abdomen, me gusta esa ropa pero también pienso usar lo de antes.

— Gracias. — digo y me siento al frente de Lucas.

Mi madre me pone un plato con huevos y tocino, me da un vaso de leche pero ella no sabe que dejé de tomar leche en Francia. Para mi madre es importante tomar leche y no entiendo porque.

— Casi lo olvido. — dice Pablo y busca entre su maletín de trabajo. — Toma. — me entrega un libro.

Ay, me muero.

Todas las semanas cuándo estaba en Francia, Pablo me enviaba libros todos los miércoles.

— ¿En serio? — pregunto sonriendo y viendo el lindo libro frente a mis narices.

— Porque vivas aquí no significa que no te de los libros como acostumbro. — dice y pone el libro en mis manos.

Es como sentir la gloria.

— Gracias, Pablo. — digo y él me sonríe amable.

Mi madre sonríe y agarra la mano de Pablo en un gesto lindo pero raro. No me digan mala pero es mi madre y voy a ver raro que le agarre la mano a un hombre.

— Y Lucas ¿ya decidiste la carrera que vas a estudiar? — pregunta Pablo tomando de su jugo de naranja.

Lucas lo mira y niega con la cabeza.

— Sabes que te voy a apoyar en cualquier decisión hijo, si todavía no decides que quieres hacer está bien. Pero trata de encontrar tu lugar. — dice Pablo de manera comprensiva.

Lucas asiente con la cabeza y empiezo a comer los panqueques.

¿Por qué yo no como panqueques?

— Amy cariño, ¿cómo te va en el colegio? — pregunta mi madre.

— Hay una niña que me molesta. — dice y ahora todos centramos nuestra atención.

— ¿Qué te hace? — pregunta mi madre.

— Me jala el cabello y me dice fea. — Amy sigue coloreando.

— Tú jala su cabello y dile fea también. Es más, si puedes dale un puñetazo en toda la cara. — le digo y Amy sonríe.