Epílogo: Me siento afortunado

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Dio una última mirada al reloj de su muñeca que parecía que cada vez que le daba un vistazo este avanzaba media hora más.

Estaba comenzando a sudar y frío y a sentir nervios en su cuerpo. Tenía mucho que no se sentía así y maldijo a Sehun por causarle tantas cosas. Ahora no solo le pertenecía su corazón, sino también sus emociones, cuerpo y hasta el alma.

Hoy era la graduación de Jongin y Sehun y a este último le tocaba dar el discurso final por haber sido el mejor promedio de la generación.

Luhan estaba feliz por él, más no sorprendido, Oh Sehun tenía una de las mentes más brillantes y la sorpresa habría sido que él no diera el discurso final.

—Señores me encantaría seguir discutiendo de este proyecto con ustedes pero tendremos que posponerlo por el momento.

Se armó de valor para interrumpir a los hombres que estaban hablando del contraro y le hizo una seña a Jaein para que se acercara a él.

—De verdad me tengo que ir, es la graduación de Sehun —le susurró a la chica para que los demás no oyeran.

—Está bien, yo me encargo.

Hizo una reverencia de disculpa y salió corriendo de la sala de conferencias dejando a todos con expresiones de duda en sus caras.

Estaba seguro de que había violado varias leyes del tráfico al acelerar más del límite permitido y esquivar a todos los autos lentos que iban enfrente de él, pero estaba de suerte porque no hubo ningún incidente ni nadie que lo parara.

La universidad de Seúl era grandísima pero contaba con un estacionamiento muy amplio, pero seguía con la suerte de su lado y encontró uno libre.

Corrió lo más rápido que pudo y llegó a la explanada donde estaban miles de personas reunidas. Sobre la gran tarima, estaban los profesores sentados en una mesa larga y detrás del micrófono justo en el medio, estaba Sehun dando su discurso.

Al menos no se lo había perdido por completo. Todavía sentía su corazón acelerado por correr demasiado y los nervios a flor de piel de no haber llegado a tiempo.

Sintió su celular vibrar en su bolsillo y contestó la llamada de Yixing.

>>¿Dónde demonios estás?, Sehun ya comenzó con el discurso<<

—Estoy aquí, ¿dónde están sentados?

Siguió las instrucciones de su hermano y llegó con los chicos quienes le habían salvado un asiento. Solo hasta que estuvo sentado y viendo directamente a Sehun, es que pudo respirar profundamente y calmarse.





Le tocaría dar su discurso en cualquier momento y se sentía muy inquieto.

—Cálmate, siempre has sido bueno para hablar con la gente —le dijo Jongin a su lado quien ya se había quitado el birrete de su cabeza porque tenía calor.

—No estoy nervioso por el discurso —comenzó a mover los pies a un ritmo rápido.

—Si, claro —dijo no muy convencido su amigo—. ¿Qué es entonces?

—Luhan no vino.

—Tal vez lo hizo después, no puedes saberlo.

—¿Qué pasa si subo a la tarima y no está con los demás?

—Solo hasta entonces te puedes enojar con él, mientras relájate, que tu discurso sera emotivo y lleno de las palabras correctas.

Tres meses de invierno {Sehun & Luhan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora