Creyendo Por Ti [#2]

LXVI

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[Casa de Las Borges; Sala; 4:00 p.m]
[Miércoles]

Ana: (en el sillón, con un semblante triste)

Penélope: (murmura, a los amigos de Ana) Ha estado así desde ayer. No quiso ir a la escuela. Le dije que la iba a llevar de los pelos y se puso a llorar. Decidí dejarla aquí. No me habla.

Brenda: Y es ahí cuando entro yo, señora. (sonríe) Puede volver a su trabajo, le prometo que está en buenas manos. (camina hacia Ana, toma un cojín, se lo tira en la cabeza) ¡Amiga, date cuenta!

Jen: (paseando por la casa) ¡No encuentro el baño!

Amanda: (caminando por la sala, hace un gesto de desagrado) Tiene un gusto horrible en cuadros, señora. (sonríe, a Penélope) No offense. [Sin ofender.]

Tim: (suspira, acercándose a Penélope) Hablaremos con ella, señora. Si al final del día no está mejor, tendrá que intervenir usted. (sonríe) Ana dice que usted es su mundo y no querrá verla triste.

Penélope: (sonríe, más tranquila, toma su bolso, se acerca a Ana) Amor, vendré temprano hoy, ¿sí?

Ana: (baja la mirada, asiente, siente un beso en su mejilla de su madre)

Penélope: (caminando hacia la puerta, la abre, mira su hogar, nota que Jen y Brenda empiezan a tirarle cojines a Ana, niega, sale de la casa)

Jen: (suspira, sentándose al lado de Ana, chasquea sus dedos) Zorra número cinco.

Brenda: Ay, sí. (toma su bolso del sillón, saca un bote de helado de fresa y otro de vainilla)

Ana: (observa los helados, habla con la voz rota y lenta) ¿Cuándo van a entender que el helado no resuelve nada?

Jen: (chasquea sus dedos) Zorra número uno.

Tim: (toma su mochila del suelo, saca una película de un documental de animales)

Ana: (sus ojos se llenan de lágrimas, apoya su cabeza en los muslos de Jen, dobla sus piernas, llevándolas a pecho) Siéntese, les contaré una triste historia.

Brenda: ¿Incluye sexo?

Ana: Sí.

Brenda: Me apunto. (sentándose en el suelo con las piernas cruzadas, observando a Ana)

Amanda: (sentándose al lado de Brenda, se sonroja cuando ella le guiña el ojo)

Tim: ¡No empiecen sin mí! Iré a servir los helados.

[Media hora después]

Tim, Amanda, Brenda: ¡¿QUÉ?!

Ana: (levanta su cuchara, amenazante) No se atrevan a juzgarme.

Brenda: ¡ANA!