Capítulo 1 | Maligno

427 65 7
                                    

"Y la serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis. Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal."        Génesis 3:4-5

Para evitar que una manzana podrida corrompa a las demás hay que desecharla. Por eso, Dios, expulsó al ángel que solía ser su mano derecha y del cual había quedado totalmente ensimismado. Nunca volvería a conocer a un ser tan excepcional como lo era Lucifer.

Hasta que nació Azael, también conocido como Min Yoon Gi debido a su vida pasada. Algo irónico a decir verdad, Azael significaba "hecho de Dios" y él no era más que el fruto del diablo. 

Nacían cientos de diablos cada día en el Inframundo, pero el nacimiento de Yoon Gi fue algo que no se pudo por desapercibido. Su creación fue hecha por las despiadadas y sanguinarias manos de Satanás, quien no solía aparecer en público a menudo.

— ¿Por qué Lucifer habrá creado un demonio? — Abalán, también conocido como Jung Ho Seok frunció el ceño—. No me presta atención casi nunca siendo yo el príncipe del Infierno.

— Deja de lloriquear, Abalán — Abrahel, demonio encargado de seducir a los pobres espíritus, sonrió con sorna—. Lucifer tendrá algo entre manos, de eso estoy seguro.

— Baek Hyun, espero que lo que estés diciendo suceda — contempló un poco preocupado el Infierno— . Nuestro rey necesita del poder de...ese Dios de pacotilla.

— No confío en nadie por cuestión de principios, pero le debemos nuestra vida. 

— ¿Tienes alguna idea de cómo se llama el nuevo demonio? — preguntó el de cabellos anaranjados con curiosidad.

— He oído por ahí que ha sido bautizado como Azael.

— ¿Azael? — Jung carcajeó a modo de burla—. A Satanás se le da bien el humor.

Crear vida mediante la muerte y el dolor. Crear a un monstruo que pudiera ayudarle a derrocar a Dios y ser su sucesor. Él, Min Yoon Gi, era su única salvación y probablemente su baza más fuerte para poder derrocar a su enemigo acérrimo. 

La piel blanca y brillante empezó a descender de entre el lago lleno de sustancias peligrosas y nocivas para cualquier ser que no hubiera sido criado en el Inframundo. Las raíces subieron el cuerpo del joven demonio a la superficie. Los demonios observaban entre asombrados y temerosos la nueva creación de su amo. Podrían sentir cualquier cosa en aquellos momentos, pero de una cosa sí que estaban seguros y se trataba del hecho de que aquella criatura era sumamente hermosa.

El delgado cuerpo fue dejado en la pequeña fosa hecha especialmente por Lucifer. Se trataba de una fosa que implantaba los ideales y pensamientos de los demonios. Había vuelto a nacer.

Su cabello era ondulado y azabache, tan oscuro como el alma del mismísimo Diablo. De los dos costados de su cabeza salían dos pequeños cuernos de un tono caoba. Su piel era del mismo tono que una perla, blanca y brillante, suave y hermosa. En su frente tenía el tatuaje de un extraño triángulo y en sus mejillas tenía líneas rectas trazadas de color morado, como si se tratasen de los bigotes de un gato. Su nariz era fina pero la punta era redonda. Sus labios tenían un color rosa muy pálido, apenas se notaba, pero se veían jugosos. El cuerpo de la hermosa y malvada criatura era delgado pero fibroso, una cola pequeña salía de la parte de abajo de su espalda y en el pectoral izquierdo tenía una marca del símbolo del Caos.  

— Min Yoon Gi, Azael, August Daft, Calisto Sabato y Anuar. Habéis sido de gran ayuda y gracias a vuestra colaboración he podido mezclar vuestras mejores cualidades y concentrarlas en un solo ser. Mi querido Azael — sonrió el rey del Infierno mientras veía su criatura respirar.

Diabolical Fruit (KookGi) Where stories live. Discover now