Tan solo tú.

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Llegamos a la mansión, durante todo el trayecto no hable con Sebastián. Abrí la puerta y tire las notas contra el suelo con enfado, Sebastián las recogió y las colocó sobre el mueble de la entrada.

-Debería tener más cuidado con sus cosas.- Dijo Sebastián. No le contesté, busqué a Álex y a Javier con la mirada pero solo vi  una nota diciendo que habían tenido que ir al pueblo.- Pueden ser imaginaciones mías pero ¿Se puso celosa?

-No.- Contesté sin ni siquiera mirarle.

-¿Esta segura?

-Sí, ¿No ves que me encanta que todas las chicas vayan detrás de mí novio babeando y cuchicheando para que después la chica que más odio se aferré a ti, tu ni si quiera la separes de ti y te limites a sonreír?- Dije con sarcasmo. Oí una pequeña risa por parte de Sebastián. Se acercó a mí abrazándome por detrás haciendo que yo me sonrojara.

-¿No se da cuenta? Mis ojos solo se pueden fijar en usted, mis labios solo desean besar los suyos, usted es la única que puede hacer que mí frío corazón se aceleré a ritmos que ni yo mismo pensaba que se podía acelerar. Yo no podría fijarme en nadie más que en usted.- Dijo muy cerca de mi oído, me besó la mejilla haciendo que yo me sonrojara aun más.- Es la primera vez que se refiere a mí como su novio.

-S-Sebastián yo…

-Me gusta cómo suena, espero que me lo llame más.- Se puso delante de mí para besarme e irse a la cocina. Yo me quede parada en el sitio sin saber qué hacer, después de unos minutos me dirigí hacia el baño para poder bañarme, llené la bañera y me metí dentro. Pasó una media hora y oí como se abría la puerta.

-Señorita la cena ya está lista.- Me asusté al ver que Sebastián había entrado en el baño, rápidamente me puse la toalla para taparme. Sebastián se quedó mirándome algo sonrojado. Yo me volvía meter en el agua aun con la toalla puesta.- ¿Señorita le molestaría si me pusiera junto a usted?

-¡¿Qué?!

-Si se queda más tranquila no me quitaré la ropa interior, le prometo que no intentaré nada.

-E-Está bien.- Tal como dijo se dejó la ropa interior y se puso conmigo en la bañera, aun ser una mansión el baño era bastante pequeño. Yo no soltaba la toalla aun estar dentro del agua, Sebastián agarró una de mis manos y me tiró hacia él dejando mí cabeza sobre su pecho.

-¿Esta cómoda?- Dijo con una sonrisa pícara, yo asentí levemente. Podía sentir su corazón latir tan rápido como seguramente latía el mío. Pasé mis brazos por su espalda abrazándolo y así acercarlo algo más a mí, su corazón empezó a latir aún más rápido. Estuvimos así durante varios minutos hasta que empecé a tener frío ya que el agua empezaba a enfriarse.

-¿Tiene frio?- Pregunto Sebastián.

-Un poco.- Sebastián pasó sus brazos por debajo de la toalla abrazándome.

-¿Así mejor?- Me levante un poco para poder ver bien a Sebastián, el cual esbozó una tierna sonrisa, haciendo que yo también sonriera levemente.

-Al fin sonríe, echaba de menos su sonrisa.- Yo me lancé contra él para abrazarlo nuevamente.

-Te prohíbo que te alejes de mí.- Dije susurrando.

-¿Por qué querría alejarme de ti? - Me abrazó aún más fuerte.- ¿Quiere que vayamos a comer?

-Está bien.- Me separé de él para que pudiera salir. Cuando salió me cambié la toalla ya que la otra estaba empapada y salí de la bañera y me vestí, Sebastián ya había bajado a la cocina, me dirigí hacía allí para poder hablar con él.

-S-Sebastián siento haberme puesto así antes.- Sebastián solo sonrió y se fue acercando a mí lentamente hasta que nuestros labios se juntaron dulcemente. Sebastián pasó sus brazos por mi espalda, ese dulce beso se convirtió en un beso lleno de pasión, sin separarnos en ningún momento me coloqué en la pared. Nos separamos sin respiración pero ninguno de los dos podía aguantar, nos volvimos a besar, pasé una de mis manos por el cuello de Sebastián para acercarlo aún más a mí.

-Lo siento no podía contenerme más.- Dijo Sebastián susurrando. Oímos como alguien abría la puerta del comedor, supusimos que eran Javier y Álex que habían vuelto del pueblo.- Deberíamos separarnos ya han llegado…

No le deje terminar, volví a besarle con más pasión aun que las veces anteriores.

-Me da igual que ya hayan llegado, quiero seguir besándote.- Nos volvimos a besar, pero oímos como alguien abrió la puerta separándonos.

-¿Señorita ____? ¿Sebastián? ¿Ya habéis llegado?- Gritó Álex sin ni si quiera mirar dentro de la cocina.

-S-Sí.

-Vaya, perdón no los había visto.- Dijo mientras yo salía de la cocina.

Narra Sebastián.

-Me da igual que ya hayan llegado, quiero seguir besándote.- Sabía que eso era producto de los celos que sentía ____, de alguna forma intentaba decir “tú eres mío y de nadie más.” Nos besamos sin importarnos que ya hubieran llegado Álex y Javier.

Pero Álex abrió la puerta preguntando por ____ que salió de la habitación.

-¿Se encuentra bien señor Sebastián? Está sonrojado.- Dijo Álex con una sonrisa pícara.

-Sí y ahora vayamos a preparar-lo todo.- Salimos para servir la comida y vi como___ miraba su teléfono, parecía estar preocupada.- ¿Le ocurre algo señorita?

-Aura aun no me ha dicho nada… A lo mejor tendría que ir a buscarla.

-No se preocupe mientras esté con el señor James estará bien.- Ella no contesto. Tanto Javier como ____ comieron, durante la tarde jugaron a uno de esos videojuegos de última generación pero ____ estuvo muy pendiente de su teléfono, pero por lo visto Aura no le decía nada. Llegó la noche y aun no sabíamos nada de Aura ni James hasta que sonó el teléfono de ____, ella parecía molesta.

-¿Ocurrió algo señorita?

-Aura dice que ya vendrá mañana, estuve toda la tarde preocupada para nada.- ____, Álex y Javier subieron cada uno a su a su habitación mientras que yo acababa de recoger, cuando acabe fui a ver a ____ por si aún estaba molesta con Aura. Ella estaba despierta con el ceño fruncido.

-Señorita no debería enfadarse tanto con la señorita Aura.

-No es por ella, lo que me molesta es que este con Claire.- Pude ver que como ya sospechaba aún estaba muy celosa. Me cambié y me estire junto a ella.

-Aun esta celosa ¿Cierto?

-No…- Ella puso la cabeza contra el cojín mirando el colchón.- Puede que… Este algo molesta.

Yo la abracé poniendo su cabeza en mi pecho.

-No tiene por qué ponerse así.

-¿Por qué no la apartaste de ti cuando te agarró?

-Pensé que era amiga suya, no quería hacer daño a nadie.

-Ella no es mi amiga.

-Ya me di cuenta. Pero sirvió para darme cuenta de lo hermosa que estás celosa.

-Cállate, es horrible sentir eso.

-Lo se.- Dije susurrando en su oído. Estuve abrazado a ella hasta que se durmió. Me separe para poder observarla, nunca pensé que una simple humana podría hacerme sentir tan bien con solo una sonrisa por su parte. Sabía que estar junto a ella podía traerme problemas, pero no me importa, necesito estar junto a ella, aunque luego me duela. Acaricie su pelo para luego besarla, ella movió algo sus labios para después sonreír.

Sebastián, esto no entraba en el contrato. (Sebastián Michaelis y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora