Sebastián, esto no entraba en el contrato. (Sebastián Michaelis y tu)

Investigación 2

Cuarto día.

Desperté y fui al comedor, estaban Sebastián y Álex con el desayuno preparado.

-Buenos días, ¿Sebastián lo conseguiste?

-Me costó pero lo conseguí.

-¡¿De verdad?! ¿Cómo?

-Conseguí convencerlo a cambio de mantener a Grell lejos de él durante un día.- Grell salió de la cocina.

-Sebas-Chan me gustaba más la mansión de Ciel.

-¡SSSSH!- Le dije poniendo mi dedo sobre mis labios para hacer que se callara ya que Álex no sabía lo que era realmente Sebastián.

-Vaya ya se levantó la enana.

-Le agradecería que no le hablara así a la señorita ____.- Dijo Sebastián.

-Si me lo pides así Sebas-Chan~- Desayune ignorando a Grell y llamé a Sebastián a mi habitación para que me explicara que ponía en la libreta.

-Por lo que me dijo parecía algo así como la nota de una investigación, me entregó esta nota con lo que ponía en la nota.- Sebastián me alargó un papel con la letra mucho más clara y mucho más limpia.

Nota:

Día 22-08-1920:

No queda nadie de mi familia salvo yo y mi hermana menor, alguien, mejor dicho algo nos está persiguiendo. Hemos conseguido escapar, encontrar un barco que nos llevará fuera de Inglaterra. Intenté descubrir a que se debían los ataques que habíamos sufrido, por lo visto la familia Phantomhive somos considerados “impuros” pero ahora no tengo tiempo para pensar en eso tengo que salvar a mi hermana de eso que nos persigue.

-Así que mis antepasados también los perseguían… Supongo que quien lo escribió tuvo éxito en salva al menos a su hermana pero eso no nos ayudara para encontrar a esos hombres.

-Siento que no le pueda ser de ayuda.

-Al contrario Sebastián gracias por la todo.

No pudimos investigar ya que Grell no paraba de incordiar. Según lo que me había dicho Sebastián solo teníamos que mantenerle alejado de William durante un día así que ya estaba a punto de irse, me despedí de él para poder ir a la habitación para dormir. Cuando llegue me puse el pijama y alguien abrió la puerta. Pude ver una melena roja asomándose por la puerta.

-¿Grell?

-¡Correcto!- Dijo animado.

-¿Qué quieres?

-Vengo a advertirte.- No lo tome muy en serio, pensé que querría decirme que no me acercara a su “Sebas-Chan”.

-¿A advertirme?

-Contra lo que os enfrentáis no es humano.- Me quede sin habla ¿Cómo podía saber sobre los ataques?

-¿Cómo sabes sobre los ataque?

-Se más de lo que tú crees, mira normalmente no me preocuparía por la seguridad de una humana, pero sé que Sebastián siente algo por ti que nunca antes había sentido, él te quiere, y no solo por tu alma. Un arma creada por los humanos no puede hacer daño a Sebastián pero contra eso con lo que os estáis enfrentando puede matarlo. Si le ocurre algo a Sebastián ven-dre-a-por-ti.- Dijo marcando cada silaba para después irse. ¿Realmente es tan peligroso eso contra lo que nos enfrentamos?

Quinto día.

Cada vez tenía menos esperanzas de poder encontrar a esos hombres, y ahora estoy aún más preocupada que como lo estaba antes.