1. La misión

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-¡Toma esa, asqueroso!

Otro globo de pintura cayó sobre la fachada de la casa Andresston.

Roxane volvió a lanzar otro globo, mientras su hermana gemela Irma, llenaba de pintura el siguiente.

-¡Hala, en toda la ventana!

-¡Ja! Yo antes he dado a la chimenea.

-¿Y qué más da, Irma? Ese maldito se merece lo que sea. ¿Cuántos globos llevamos?

-Once desde la última vez.

-Pues toca otra.

Roxane e Irma prepararon otro puñado de globos. Se colocaron en posición, y mientras los tiraban, empezaron a cantar en karska una serenata llena de blasfemidades a pleno pulmón.

-¡Oh, la fruasta la monka du la viete! ¡Dat mask ni mero dé la froyta dua la nuartame! ¡Soi no criat du la nietmoa, liyda no kria mora li eitva!

-¡Niñas! -exclamó una voz escandalizada tras ellas-. ¿Qué estáis haciendo?

La profesora Kristtie se acercaba a las gemelas a grandes zancadas. Irma se apresuró a tirar un globo más antes de que la profesora hiciera crecer desde el suelo unas raíces e inmovilizara las muñecas de las dos hadas.

-Tirad los globos -ordenó la profesora.

Las chicas no tuvieron más remedio que hacer caso a su profesora de tiro.

Kristtie soltó las raíces cuando llegó junto a ellas y las agarró de las orejas llenas de pendientes, tirando de ellas en dirección a casa de los Moon.

-¡Ay! -se quejó Roxane-. ¡Me hace daño!

-¡Suéltenos! -exigió Irma.

-Ni hablar -dijo Kristtie, furiosa-. ¿Cómo se os ocurre tirar globos de pintura a la casa de los Andresston mientras están de vacaciones?

-No lo íbamos hacer mientras estaban.

-Basta de bromas, Irma.

-¡Irma soy yo, ella es Roxane!

Las tres hadas llegaron a su destino, y la profesora llamó a la puerta. Gadea Moon apareció en el umbral. Era una mujer grande, con pelo castaño oscuro recogido en un moño, y el ojo derecho marrón y el izquierdo azul claro.

Con semblante serio, ordenó pasar a las gemelas.

Las dos hadas entraron en la casa y pasaron a la sala de estar, donde había café con leche, rosquillas y bollos para merendar. Ambas se dispusieron a coger un aperitivo, pero Gadea las dio un golpe en la cabeza y las ordenó sentarse en el sofá.

-Vuestra profesora me ha contado lo que ha pasado -dijo con su extraño acento-. A ver, ¿de quién fue la idea?

-Suya -dijeron las chicas, señalándose la una a la otra.

Diferenciar a las gemelas era complicado. Las dos eran más bien altas, con melena castaña a la altura de la clavícula, y los ojos del mismo color. Sin embargo, Roxane tenía el ojo derecho azul y el izquierdo verde, mientras que Irma tenía el derecho verde y el izquierdo azul.

Gadea suspiró, desesperada.

-¿Por qué hicisteis eso?

-Porque Sandor Andresston pegó a Miguel hace dos días -respondió Irma.

Magos, hadas y brujas [Lucy Weasley: Precuela] (PAUSADA)Where stories live. Discover now