Capítulo 26.

2.8K 144 37
                                    

—Hola, cariño, ¿cómo va todo? —me pregunta mi madre con bastante alegría en su voz, normal, hace siglos que no me llama.

—Pues, bien, como siempre. ¿Y vosotros?

—Lo mismo. Sentimos mucho no haberte llamado, ya sabes, el trabajo y todo... Lo siento, cariño.

—No pasa nada, mamá, estoy muy bien aquí.

—De eso quería hablarte... —mi pulso empieza a acelerarse, ese tono de voz, no me gusta—. Tu padre y yo hemos estado hablando si... querías venirte aquí con nosotros. Sabemos que eres mayor para estar tú sola, pero nos gustaría pasar más tiempo contigo, sólo nos vemos en vacaciones y pues, como quieras, si no quieres no pasa nada, pero nos harías muy felices.

—Mamá... —¿en serio me está pidiendo que me vaya a vivir con ellos? No me lo puedo creer, ¡claro que no quiero! Ya soy mayor... Si hasta Eli va a empezar a vivir sola el año que viene, es increíble.— Mira, a mí también me gustaría pasar más tiempo con vosotros, pero... —hago una larga pausa, ninguna madre quiere oír cómo su hija se niega a vivir con ellos— lo siento, no puedo... aquí lo tengo todo, no sería capaz de dejarlo, y, tú lo has dicho, ya soy mayor, mis amigas también están empezando a vivir solas, me tuviste que proponer eso el año pasado, cuando os fuisteis y os necesitaba, ahora es... demasiado tarde.

Me siento fatal por ella, pero es la verdad, no tendría que haberme dejado en aquellos momentos, cuando necesitaba a mi madre, ahora... Ahora ya soy mayor para valerme sola, y de todas formas, si necesito ayuda, por ahora tengo a Brad.

—Vale. No pasa nada —responde ella decepcionada un rato después—, bueno, al menos ¿podemos venir a verte?

—Por supuesto, mamá, cuando queráis —miento, no, no quiero que vengan, a ver, sí, son mis padres, pero no sé, estoy mejor sin ellos, van a ser demasiadas preguntas, ¿y si me preguntan si tengo novio o algo por el estilo? ¿Qué hará Brad de mientras que ellos están aquí?

—Menos mal, porque ya hemos comprado billetes para venir —¿Qué? Oh Dios, no...— la semana que viene, nos podemos quedar en casa, no nos vas a echar, ¿verdad?

—Claro que no —río falsamente, ella me imita.

—Bueno, sólo era para avisarte. Me alegro haber hablado contigo.

—Igualmente, mamá.

—Besos de parte de tu padre, te queremos muchísimo, cielo.

—Yo también os quiero.

Nos quedamos un corto momento en silencio hasta que decido colgar.

Estoy confusa. No sé qué pensar. No sé si reír o llorar. La situación resulta hasta irónica, ¿cuándo cambió tanto mi vida? El año pasado era una chiquilla muy aburrida, no tenía nada que contar, mi vida era penosa, me pasaba el día petando en Twitter para que los famosos me siguieran y ahora... cada día es una nueva aventura, todos los días me pasan las cosas que siempre había soñado, más o menos. 

Cuando mis padres se fueron, cada día deseaba abrazarlos una vez más, quería que volvieran conmigo, hasta estuve dispuesta a irme con ellos, pero no me dejaron. Y ahora que ellos van a venir a verme... No quiero que vengan, es increíble.

Además, justo detrás mía, seguramente sentado en la cama, tengo al amor de mi vida, el chico con el cual siempre había soñado, estaba ahí, era real, era mío, me quería a mí, estaba conmigo, en mi cama y eso era lo mejor que me podría haber pasado nunca. Todo el dolor que aguanté, todos los cortes que mi cuerpo soportó, todas las lágrimas que derramé... al fin valieron la pena.

—Más malas noticias, ¿verdad? —me pregunta Brad haciendo que me sobresalte.

—Sí, pero tampoco tan malas —respondo y me doy la vuelta para mirarlo a los ojos... Dios, es de verdad... no llego a acostumbrarme, cada vez que lo miro me entre un cosquilleo en la barriga y unas inmensas ganas e llorar y abrazarlo.

"La lista" Brad y tú (The Vamps).Where stories live. Discover now