Capítulo 3

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De algún modo tenía que saber de él. A Suk ni loca podía preguntarle seguro me mataba; mis vecinas tampoco eran una opción, eran demasiado santurronas para decirme algo o peor aún podrían irle con el chisme a mi madre y terminaría en líos. Pero debía haber alguien que me pudiera hablar de él. Comencé a recorrer el mercado del pueblo y note algo peculiar. Había un puesto al que todos evitaban. La encargada era una chica joven, quizás solo algunos años mayor que yo, tenía varios tatuajes y todos cuchicheaban cuando pasaban por delante de ella. No me sorprendía, claro era un pueblo con mente cerrada y su apariencia no era la mejor. Vi que vendía frutas y verduras. Quizás ella podría ser un buen informante, me acerque.

―Hola ―se notó sorprendida al verme.

―Buenos días ―dijo sin dejar de hacer sus cosas. Comencé a observar las manzanas.

― ¿Puedo preguntarte algo? ―dije casi en un susurro.

―No deberías hablar conmigo ―era la segunda vez que me lo decían en el día ¿Había algo mal con todos o qué?  Metí la mano en mi pantalón y saque unos billetes que coloque entre las frutas, justo delante de ella.

―No es nada malo lo que quiero saber. Además de que nadie tiene porque saberlo. Digamos que es ayuda mutua ―tardo unos segundos, pero los tomo. Desde luego continuaba sin mirarme.

― ¿Qué es lo que quieres saber?

―Todo lo que sepas de JaeJoong ―permaneció en silencio.

― ¿Estas segura? Él tiene peor fama que yo.

―Eso no me importa.

―Su padre es el dueño de la agencia de autos…

―Eso lo sé. Me refiero si tiene novia, amigos. ¿Cuándo sale? ¿Qué lugares frecuenta? ¿Qué hace durante el día? ―al escucharme decir eso a misma, sonaba como una acosadora, jajaja. Semejante persona me había vuelto y apuesto que ella pensaba lo mismo.

―No tiene novia tampoco amigos. Todos le temen.

― ¿Por qué? ―se quedó en silencio.

―Dicen que asesino a alguien y que estuvo en prisión ―Cobardes, pensé. ¿Cómo podría ser él un asesino? ―Le gusta salir a los pueblos vecinos, ya sea en moto o auto. Detrás de la colina tiene una especie de taller mecánico en lo que era antes un granero. Ahí repara motos. Suele visitar los bares que están a las afueras del pueblo. ¿Algo más que quieras saber? ―en realidad era más de lo que esperaba saber de él. Tome unas manzanas y las metí en una bolsa. Puse otros billetes.

―Gracias ―dije marchándome.

―Espera, eso es mucho.

―No más de lo que tú me dijiste.

El pueblo estaba situado en las faldas de una montaña, prácticamente en un hoyo. A los alrededores había abundante vegetación y rocas, por lo que la única forma de llegar era cruzando los viejos caminos que atravesaban el bosque o rodeaban la montaña. Pero más allá del pueblo, había una colina, se suponía ahí encontraría a Jae. Comencé a subir la montaña rumbo al otro lado de la colina. Me tome con calma las cosas y subí a paso lento, calculando que él tendría que pasar primero a su casa para dejar la ropa que  había recogido en la tintorería y después iría ahí, claro eso siempre y cuando tuviera suerte. Lo bueno del caso era que haría algo de ejercicio que falta me hacía, además de que la vista del lugar desde lo alto era realmente buena. Lo único malo, era que tenía que llevar a cuestas la chamarra y las manzanas, pero bueno todo fuera por verlo.

Estaba casi del otro lado de la colina, pero seguía sin ver nada con forma de granero, todo eran arbustos y rocas. Me pregunte si no me habían tomado el pelo. Camine otros metros, comenzaba a sentir los estragos del sol, sentía como gotas de sudor cubrían mi pecho y frente. Pero fue entonces cuando lo vi a lo lejos, al menos no me habían engañado. Conforme me fui acercando pude descubrir que la imponente masa de madera parecía desierta, no había nada alrededor. Estaba rodeada por una improvisada cerca de tablones y la puerta era enorme e imagine que pesada. Cruce la puerta y para mi fortuna recargada a un lado de la puerta estaba su moto, pero también estaba semi-abierta la puerta. Me asome y lo vi de espaldas a mí, estaba inclinado al pie de una vieja moto.

La Horma de tus ZapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora