Capitulo 1

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Capítulo 1

Hace una semana que regrese del extranjero donde llevaba viviendo más de 5 años. Mis padres se habían puesto más que felices. Mi madre Mar, una mujer alegre y despistada, amante de fotografiar paisajes. Mi padre Leo, un hombre de negocios, pero que siempre sigue  a mi madre a sus viajes. Unos padres por demás peculiares. Mi familia es una de las más ricas del pueblo, por lo que nunca se me ha negado nada, ya que mis padres solo tuvieron dos hijos: mi hermano Yun Suk quien es 3 años mayor y quien está por terminar sus estudios de medicina. Y yo, Hannia, alguien que vive la vida al máximo, claro que para mis padres soy la hija perfecta. Mi hermano es el único que sabe quién soy en realidad, él me ayuda a cubrir mis fechorías. Si pudiera definirme, me definiría como una loca inteligente. Pues hago las locuras siempre cuidando las consecuencias, hasta hoy en día todos siguen creyendo que soy una niña tierna e inocente, cosa que no es así.

El viento helado de la noche golpeaba con fuerza mi rostro y hacia que el pelo se me estrellara en el rostro, también podía sentir la adrenalina correr por mis venas. Mire el precipicio e imagine ver el agua, pues lo único que podía ver en esa oscuridad eran sombras. Aquel depósito de agua era bastante alto, pero el lago tenía una profundidad considerable, así que esperaba que eso amortiguara el golpe.

***

Ese mismo día mientras mis vecinas me daban un recorrido por el pueblo, había presenciado como varios chicos saltaban en medio de volteretas y gritos de júbilo desde lo alto de aquel depósito de agua para caer dentro del lago que se extendía a sus faldas, verlos despertó desde luego en mí la inquietud por probarlo.

–Ni les hagas caso –dijo Karla. Era chica delgada con algunas pecas en el rostro, su cabello ondulado y corto. Una chica sin mucho chiste– Son solo vándalos.

–Sí, ni los veas eso podría causarte problemas –apoyo Brin, la otra chica que nos acompañaba. Ella era alta, con cabello lacio hasta los hombros y usaba anteojos. Ambas eran sosas y aburrida, pero mi madre había insistido que eran unas buenas chicas y que tenía que hacer amistad con ellas. Aburrido.

–Tienen razón –conteste fingiendo indiferencia. Sin embargo, no me parecía para nada que fuera aburrido por el contrario había llamado mi atención completamente.

***

 Así que esa misma noche, salí de la casa sin que mis padres se dieran cuenta y llegue hasta ese lugar. Subí la vieja escalera de metal, hasta llegar arriba.

Aspire hondo y me quite la chaqueta. Sin perder tiempo comencé a quitarme la blusa. Pero estaba demasiado concentrada en seguir con la mirada la oscuridad que se extendía a mis pies, que no me había percatado de que no estaba sola en aquel sitio.

― ¡Hey!… yo no haría eso ―la voz de un chico se escuchó a mi espalda, con un tono de voz mezcla entre indiferencia y sarcasmo.

Con la blusa prácticamente sobre la cabeza gire rápidamente pero debido a la sorpresa y la velocidad mis pies  se enredaron y me tambaleé. En ese instante una brisa de aire helado me empujo, la blusa se me escapó de las manos y como en cámara lenta sentí como caía al precipicio. Pero en ese justo momento, una mano fuerte me sujeto atrayéndome hacia ella, para golpearme contra el cuerpo de la voz que había escuchado. Sentí como mis pechos semidesnudos se estampaban contra un pecho firme. Rápido levante la vista y vi sus ojos, esos ojos que a pesar de haber visto muchas veces me parecían tan diferentes en aquel preciso momento. Había algo en ellos que me robo el aliento y no pude  moverme ni decir nada. Él permaneció quieto estudiando mi rostro, luego se separó un poco y aclarándose la voz, se giró dándome la espalda.

La Horma de tus ZapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora