Mi Refugio Eres Tú

Capítulo 16

Bruno:

17 de septiembre, 2011

Sólo he estado dos días viviendo con Andrés y Tamara, pero siento como si ya tuviera mi propia familia. Es una experiencia realmente hermosa que yo quiero vivir y aunque soy consciente que es por unas semanas lo podre hacer. Sé que Tamara me dijo que le pedirá el divorcio a Edgar, le creo, sé que tiene esa intención, pero también estoy seguro que cuando lo vuelva a ver, el miedo la consumirá por completo y se paralizará. Justo por eso, no la presionaré. El día que realmente se sienta lista para pedírselo, estaré apoyándola.

- Oficialmente, estas divorciada. –Digo mientras le entrego los documentos-. Tú ex marido tal parece que no presento cargo en contra, no hizo ningún movimiento. Fue extraño que lo aceptara. Normalmente los divorcios exprés se ven complicaciones por las parejas que no quieren el divorcio.

- También a mí me parece extraño. –Dice Lauren-. Pero me da gusto que ya haya acabado esto y más pronto de lo esperado. –toma la carpeta amarilla y observa los documentos con una sonrisa.

- Cuando necesites algún otro tipo de asesoría legal, tienes mi número. No dudes en marcarme.

- Gracias Bruno. –me mira emocionada-. Sé que cuando nos conocimos no tuvimos un encuentro muy agradable, pero estos días me he dado cuenta que te tomas tu trabajo muy en serio.

- Es lo que amo hacer.

Se levantó y extendió la mano. Yo hice lo mismo, y estrechamos nuestra mano.

- Espero vernos en alguna ocasión. –murmura.

- Anda, Lauren, ahora eres libre. Puedes hacer con tu vida lo que quieras. –digo mientras suelto su mano.

- ¿Crees que algún día podremos quedar para un café?

No me esperaba su invitación. Estoy consciente que desde un principio ella tenía otras intenciones conmigo, pero hace unos días no ha insinuado nada. Al contrario, todo ha sido profesional.

- Yo... -hago una mueca-. Lauren, no quiero ilusionarte.

- Como amigos, ¿no podemos ser amigos?

- Pero tienes otras intenciones conmigo. –Recuerdo-. Y yo estoy interesado en alguien más.

Lauren asiente con la cabeza desanimada. Nunca me ha gustado despreciar alguna pretendiente. Justo por ese motivo si he tenido algunas citas y romances de una noche, pero ahora es diferente. Traicionaría a Tamara. Sé que todavía no formalizamos nuestra relación y ella sigue casada, pero tengo esa pequeña esperanza de que algún día podamos estar juntos sin escondernos.

- Lo entiendo. Cuando vi aquella mujer hermosa de ojos celestes, sabía que algo había entre ustedes dos. –reconoce.

- No me gusta hablar de mi vida privada y mucho menos con clientes.

- Si, lo siento. –dice apenada-. Gracias por todo, nuevamente.

- No agradezcas. Si tienes alguna complicación respecto a tu ex marido, llámame.

- Así lo haré.

Me mira por última vez y se da media vuelta, para después salir de mi oficina.

Segundos después, comienza a sonar el teléfono del escritorio.

- ¿Qué pasa, Rosy? –me siento en mi silla.

- Se encuentra Félix Verduzco esperándolo.

Me quedo callado unos segundos. Félix nunca me hace visitas por gusto, siempre es con alguna intención escondida. Nunca me ha agradado ese hombre, con sólo verlo no tiene buena impresión. Bueno, para mí, porque evidentemente tiene muchas mujeres atrás de él.