El Despertar

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Las voces, alguien calle esas voces, no me dejan existir, no me dejan ser, no me dejan pensar, no me dejan recordar. Cada recuerdo se me escapa como agua entre los dedos, no deseo perder lo único que me queda, mi felicidad se encuentra ahí, lo mejor se desvanece, ellos me lo arrebatan.

Un reloj marca la hora con un tic-tac que hipnotiza, me lo quedo mirando mientras me drenan la luz de mi interior, se va y no puedo alcanzarla, ahora ya no tengo protección y las tinieblas me envuelven en una danza melancólica de miedos y tragedias dignas de llorar. Pero eso no me gusta, eso está mal para mí. Me mata.

12 m
"amica mea, ubi es?"
Tengo que correr
10 m
"tu mihi relicta est miserum mundum"
Más rápido
7 m
"Et ego non videbo"
Se acerca
5 m
"Salva me evadere"
No debo detenerme
2 m
"Quomodo poterat vobis?"
No lo lograre
0 m
"llevame et mors e"

Despierto de un solo golpe sentándome con el corazón latiendo a mil, sintiendo como sudor frío me recorre la columna vertebral. Me rodeo con mis brazos tratando de brindarme calor mientras escalofríos me sacuden.

No sé que fue eso y como otras noches de insomnio decido utilizar el tiempo productivamente, lo más productivo que se puede ser a las 2:30 am. Cada paso que doy causa un chirrido en el suelo de madera, parecen gritos de almas en pena, tales descritos en la divina comedia

Pasó en frente de una puerta cerrada y no logro recordar de sí estaba ahí antes o es alguna otra creación de mi imaginación, por debajo de ella se puede ver cómo sobresale una sombra con forma de una mano; de verdad desperté o simplemente es un sueño dentro de un sueño, el pánico se apodera de mi lentamente como un Cancer acabándome, esto ya no es un sueño y aún así quiero despertar, déjenme despertar. La mano se acerca a mi tobillo y lo agarra con fuerza clavando sus afilados dedos tenebrosos sin piedad en mi piel, intento liberarme inútilmente sintiendo la sangre correr hasta mi talón dejando pequeñas manchas en el suelo y un dolor atroz en él área afectada.

Quiero salir, quiero huir, quiero correr, quiero ocultarme, quiero que acabe, despiértenme de este maléfico sueño que atormenta mi alma, sáquenme de este infierno causado por mi mente traidora. Mi cabeza duele, no eso tú solo, es como si alguien o algo estuviera observándo mi mente, analizándola a su antojo; sea lo que seas te pido que pare, no podré soportarlo más, quienquiera que me escuche espero se compadezca de mis lamentos, como las desgarradoras plegarias de las almas en el purgatorio, como las del poema de Dante Alighieri, esas que buscan perdón y llegar al paradiso.

Sorprendentemente la mano me suelta y vuelve a su lugar de origen, ya no siento más dolor, ya no percibo nada. No sé que es peor soportar la más grande pena o simplemente existir en un vacío donde nada te afecta y no logras afectar nada, el verdadero castigo acaba de empezar. Las sombras tan densas me consumen y me llevan a quien sabe dónde, ahora ya no soy tan fuerte para pelear, resistirse no llevará a nada, ya no hay razón para luchar.

Las voces vuelven, todas como siempre, me aturden, me desequilibran, me hacen caer. Pero ya no me levanto, no puedo.

Luchador, abandonar no es opción
Estando tan cerca de la Victoria lo dejaras
por falta de devoción?
Por falta de razon?
Por necesidad del corazón?

No, a mi lado pelearás
Vencedor aquí estoy, escucha mi voz
Aquel que lo intenta podrá saborear la Victoria
Pero el temeroso, no sobrevivirá

Tú puedes, te apoyaré
Toma mi mano, te guiaré
Mira mis ojos, no te mentiré
Siente mi corazón, no te fallará

Abro mis ojos completamente y me encuentro con dos Esmeraldas de un color verde brillante devolviéndome la mirada, transmitían calma y tranquilidad, no puedo no relajarme ante una mirada tan maternal como aquella.

Madre, ¡oh madre mía! no sabes cuanta falta me haces. Trate de no olvidarte, lo intente y falle, perdóname. No me queda nada ya, me quitaron hasta eso, mis memorias más felices acaso no deberían irse también las malas? O no soy merecedor de perdón por no lograr perdonar a...

La puerta se abre, seres de luz blanca brillante me llevan dentro de la habitación cerrándola con llave tras entrar. Me colocan en una cama y me conectan un tubo al brazo, por el cual me inyectan droga para mis alucinaciones, para mis demonios. Ellos no saben que los demonios no se van, solo se quedan ahí observando como mi vida ya carece de sentido. Sentido común ¿qué era eso? Un hilo conductor entre las casualidades y coincidencias, hace tiempo que me abandonó. Como todo lo demás.

La Elite EspectralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora