¿Qué Pasó Con Kacchan? | Katsudeku

10. Año nuevo.

Katsuki le había explicado antes a Izuku sobre la situación. Días antes de ir a casa de la madre del pecoso, el peli-ceniza le había dicho que sentía algo extraño hacía él. Izuku, claro está, le dijo que le contara como se sentía, llegando a una sola conclusión:

Katsuki se había enamorado de Izuku.

Y bueno, este no lo negaba, también le gustaba mucho el muchacho, pero era tan tímido que le daba pena.

El celo de Kacchan era algo extraño, ya que los perros machos no tienen celo, y en el caso de Kacchan la situación es completamente diferente. La cosa es que, cuando Katsuki fue secuestrado de pequeño, los "secuestradores" si lograron afectar una parte de su cuerpo, este consistía en el sistema reproductivo, cual causó un revoloteo entre sus hormonas y su sistema de reproducción, lastimando alguno que otro sistema, y alterando otros. Logrando que Katsuki cambiara a su forma humana y sus hormonas fueran alteradas. Pero, esa misma tarde, Katsuki entro en algo conocido como "el celo". Fue exactamente el 31 de Diciembre de ese año. Y, extrañamente, cada 31 de Diciembre Katsuki experimentaba lo mismo que experimentó en aquel laboratorio.

.......

Katsuki había despertado primero, notando que aun era de noche, pero el calor que sentía no lo dejaba dormir. Se estaba asfixiando y quería arrancarse la ropa en ese instante. Jaló la sabana hasta despegarla de su cuerpo y se sentó en el futon, tratando de buscar una posición que lo mantuviera fresco. Cuando de repente sintió un estruendo en su parte baja, haciendo que se estremezca y se caiga encima del estómago del menor, espantándolo.

-¡Auch! ¡Eso dolió! -Se levantó de golpe enojado, viendo de donde provino aquel brutal ataque- ¿Kacchan.....? ¡Kacchan! -Preocupado, le comenzó a dar palmaditas en su mejilla, preocupado de que el de orejas y cola se hubiera desmayado-.

-Ahh....Deku...-Por alguna razón, aquello le había parecido demasiado excitante a nuestro brócoli, poniendo sus mejillas rojas por pensar en cosas inapropiadas- Me duele, tengo calor....-Se apretó con fuerza su parte íntima, tragando en seco y cerrando los ojos. Izuku, al ver la escena, también había llegado a un nivel en el que su fifi ya no podía ser controlado-

-E-e-espera, Kacchan -Tomo la cabeza del mayor entre sus manos y la colocó en la almohada a su lado, levantándose un poco y sentándose en el regazo del rubio, tragando saliva de una manera muy ruidosa-

-Joder, Deku. ¿Acaso estas provocándome? -Con las fuerzas que tenía, Katsuki jalo a Izuku hasta que este calló encima suyo, para comenzar a besarlo mientras lo sostenía de la nuca-.

- ¡Kacchan! -habló entre los labios del mayor como podía, sorprendido por la cantidad de fuerza que mantenía en su cuello- ha...hm...Kacchaann~..-Después de unos segundos, su vista se volvió nublosa, y allí supo que el deseó y la lujuria se habían apoderado completamente de su cuerpo.

Comenzó a mover sus caderas encima de la entrepierna del peli-ceniza, haciendo que este se quejara y comenzara a perder la poca cordura que tenía. Metió su lengua en la boca del peli-verde como si quisiera devorarlo, sus besos bajaron desde su boca a su cuello, dejando mordiscos y chupetones en lugares claramente visibles, mientras que Izuku se enfocaba en menear sus caderas y frotar su culo contra el fifi de Katsuki.

-Mira que puta me saliste ¿No, Deku? -Se mordió el labio al sentir su pene en medió del culo de Izuku, pero con la ropa por encima.- Quítate la ropa.

-S-si. -Izuku estaba nervioso, pero se estaba dejando llevar por sus deseos. Obedeció al rubio y comenzó a quitarse todas sus prendas, dejándolo con una hermosa vista-.

-Puedo ver tu pequeño cuerpo todos los días, y aun así, me parece tan atractivo...-Se acerco al muchacho como todo un animal (Literal), chupando y lamiendo todo su cuerpo mientras pellizcaba los pezones de Izuku, haciendo que este soltara quejidos acompañados de gemidos de placer. Una vez terminó con sus pezones, llevó su boca al erecto pene del menor, listo para chuparlo y lamerlo, de dejar su marca. Dándole a Izuku una vista que ni en sus mejores sueños imaginó ver. Por más emocionante que estuviera el momento, Katsuki aún lo tenía difícil. Su mente estaba nublada por el placer, su cuerpo se movía solo, y no quería llegar a lastimar en pequeño por sus instintos.