Las Crónicas de Rachel Gardner©-『 Angels of Death 』

Capitulo 4: Perjuicio I

❝¿Que clase de persona esta acostumbrada al maltrato...?. Ah, es cierto, soy yo. ❞

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Capítulo 4: Perjuicio I

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Dejé él comedor con la angustia creciendo en mi pecho. Las ideas que se formaban en mi cabeza no tenían sentido. Un asesino en mi colegio, comiendo con nosotros, paseándose por los pasillos, asistiendo a clases y relacionandose tranquilamente con los demás... Pensando seguramente en su intento fallido y planeando donde emboscarme nuevamente... La cabeza me dolió por la repentina subida de mi ritmo cardíaco. No estaba segura de que eso fuera siquiera posible. Luché para creermelo, pero claramente no podía tratarse de algo real, a pesar de ello, no podía librarme de aquel sentimiento que me asediaba. La mala suerte que investía y rodeaba cada una de mis acciones tendría que ser demasiado grande como para haber escapado de un asesino casi de milagro y que de la casualidad que sea un estudiante de mi instituto. Simplemente, hasta para mi, seria demasiado.

«No, no tiene sentido que me deje llevar por una simple conjetura, al final no tengo mas pruebas que algo que creí haber escuchado... Calmada Rachel...» Pensé, dirigiéndome a mi misma.

Respire profundo. Contra intuitivamente no me sentía asustada, mas bien... de forma extraña, un sentimiento de curiosidad se apoderaba de mi. Sentía que no podía desaprovechar una oportunidad tan exótica como esta. Desenmascarar a quien trató de poner fin a mi vida; no por la sociedad, no por ayudar a las autoridades, solo por saciar ese dedeo. No sería descabellado considerarlo... No me equivoco a decir «Oportunidad», el asunto se sentía realmente personal, después de todo, tenía él derecho de saber de quien de trataba... ¿Verdad?

Sin tener muy claro por donde debería comenzar a investigar, cerré un momento los ojos y rememore la noche anterior. La salida, él cielo nublado, la panadería... Todo volvía a mi en forma de cortas secuencias, como si de un reproductor se tratase. La lluvia, él impacto de la guadaña... su voz... su voz... Dejé de caminar. Me concentre en ese momento, donde me habló por primera vez e hizo una cuenta regresiva... La voz... No podia recordarla. Su voz en mi mente sonaba como si yo recitase las palabras en su lugar. No era capaz de traer de vuelta su característica forma de hablar... Como si mi mente hubiera decidido bloquear él recuerdo. Había perdido la única referencia que poseía. Apreté ligeramente los puños. Me enojé, me llenó de frustración que mi mente quisiera obstaculizarme de esa manera, en el momento mas inoportuno.

Suspire y me di un par de segundos mas para pensar al respecto... ahí de pie, a mitad del pasillo, seguramente ante la mirada de todos los que circulaban a mi alrededor. Ya entraría a la clase luego.

Repentinamente sentí que alguien me tomó del hombro, lo ignore, seguro se trataría de alguien que intentaba hacerme a un lado, pero sin darme tiempo a enlazar otro pensamiento, un tirón mas fuerte me obligo a abrir los ojos y dar un paso hacia atrás para mantener el balance. De pronto, fui firmemente sujetada por la muñeca y una fuerza misteriosa me llevó a lo largo de los pasillos mientras yo me encontraba aun sumida en mis pensamientos, tanto como para ser apenas consciente de lo que sucedía a mi alrededor. Cuando noté un brusco cambio de iluminación, decidí volver mi atención al mundo real, para darme cuenta de que me encontraba caminando hacía el interior del gimnasio. Alcé la vista y reconocí de inmediato a quien me arrastraba, Cristina. Caminando detrás de mi se encontraban sus acompañantes, una chica de cabello castaño largo y otra de cabello negro y corto. Por lo que rápidamente pude deducir, estaban ahí para evitar mi posible escape. Lentamente volví la vista al frente, tratándose de Cristina, no valía la pena preguntar el porque me había traído hasta ese lugar, pero aun así lo hice.