Todos creen que el amor entre Taehyung y Jungkook es intocable, un amor tan íntimo que nadie entiende pero se ve; de un día para otro, todo se derrumba cuando Jungkook anuncia la gran noticia que está esperando un bebé. El mundo del pelinegro cae al...
Holaaaaa, tanto tiempo... acepto sus piedritasahre xdxd
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Jungkook salió del baño en un cambio limpio y cómodo, seco su cabello con una toalla pequeña, acercándose a la maleta donde saco su peine y comenzó a desenredar los nudos. Al terminar salió a la cocina donde TaeHyung preparaba una ensalada sencilla, los ojos de pardos del mismo se alzaron y le miraron por completo, y Jungkook nunca se había sentido más vulnerable que ese día.
―Siento haberte molestado―murmuro avergonzado.
La sonrisa ladina que le dio el moreno hizo a su cuerpo tener escalofríos.
―Perfectamente dije que estaría al pendiente de cualquier cosa que necesitaras―Taehyung metió los vegetales recién cortados en un tazón y revolvió, entre sus pestañas podía mirar la inseguridad y la timidez del castaño.
―Gracias, yo no sabía dónde ir.
La expresión del más grande se suavizo en cuanto sus ojos miraron al castaño. ―Jungkook, de verdad no es problema.
El menor asintió levemente con la cabeza, apretando los labios antes de suspirar. El timbre sonó y él se levantó antes de que TaeHyung limpiara sus manos en un trapo.
―Yo iré―dijo saliendo al pasillo.
Recibió la comida a domicilio que Taehyung pidió y regreso a la cocina, ayudo a calentarla un poco y servir la pasta en dos platos, mientras Taehyung servía vino en dos copas. Ambos se sentaron en las sillas altas del mostrador, el moreno se dispuso a ver su móvil, seguramente revisar correos y demás, JungKook permaneció en silencio.
Aun debatiéndose si era real o no estar sentado frente al hombre que más amo en su vida, en una tranquilidad cómoda y cenando con vino. ¿Sería correcto preguntarle su gran duda? Ellos parecían tener una relación estable, la confianza se había perdido, pero ahora que volvieron a verse por el bien del niño de ambos, ¿sería correcto?
― ¿Por qué no me lo dijiste? ―pregunto sin pensarlo, susurrando en duda e inseguridad de que lo haya escuchado.
No había que ser un genio para saber a qué se refería, Taehyung dejo lo que estaba haciendo para mirarlo atentamente.
―Me sentí tan traicionado el día que me diste la noticia, no pude pensar en otra cosa. No te dije sobre el examen porque no quería verme como un fracasado que ni siquiera podía darle una familia a mi esposo. Ahora ese error me costó cuatro años de la vida de Jeongin.
Los orbes del menor picaban por las lágrimas que se estaban acumulando. Algo en su interior se revolvió al escuchar la palabra esposo venir de los gruesos labios dentro de toda esa confesión.
―Jeongin es un buen niño, seguro entenderá y te dejara entrar en su vida.
Un agradable silencio se instaló entre ellos. Taehyung mantuvo la mirada en Jungkook, mientras este se sumergió en sus pensamientos mirando un punto fijo.
