Dulce o beso con sabor a truco

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— ¡Tengo la idea perfecta! —exclamó Zayn, emocionado.

—Nada de vampiros ni hombres lobo —dijo Liam suavemente, sin levantar la mirada.

Ellos se hallaban en mi habitación, Zayn trajo consigo a Liam sin invitación alguna, y ya que estábamos en fin de semana no hacía falta que usáramos el complejo uniforme.

Louiiis —Zayn juntó sus manos en forma de súplica, poniendo la cara más necesitada posible—. ¡Vamos, será divertido!

—No, ni siquiera pienso ir a la fiesta —me encogí de hombros, prestarle mayor atención a su triste y exagerada expresión—, no tiene caso.

Él resopló dándose por vencido y fue a molestar a Liam, pero él se encontraba editando algún documento y sólo ignoró al moreno.

El tema de las fotos había quedado en el pasado aunque para todos no fue difícil darse cuenta por los tatuajes, que Liam era la otra persona que estaba conmigo. Al principio fue fastidioso ya que las miradas morbosas de los chicos no cesaban, pero nada que unas palabras no lo arreglaran, o puñetazos... Para el final de la semana había un nuevo chisme y nueva víctima de miradas que juzgaban. Lamentablemente era un ciclo sin terminar.

—Oye, ¿Louis? —preguntó el pelinegro. Yo dirigí mi mirada y esperé a que siguiera con la pregunta—. ¿Dónde piensas pasar las vacaciones?

Oh sí, las merecidas vacaciones después de la tortura de las clases —aunque yo no asisto a ellas— llegaban a principios de diciembre hasta la mitad de enero. Aún quedaba tiempo pero todos estaban ansiosos por salir de aquí y yo no era la excepción.

—Una semana la pasaré con mamá y luego pienso ir a mi departamento.

— ¿Y ya está? —Se indignó dramáticamente, levantando los brazos al techo—. ¿Dónde quedaron los viajes costosos, las noches sin desenfreno? ¡Me niego que pases como un viejo retirado y amargado!

Rodé los ojos ante su comentario, por supuesto él piensa que mi tiempo será de manera aburrida, pero la verdad es que es mucho más divertido de lo que suena.

—Pobre e inocente Zayn —susurró Liam con una sonrisa—. Él vive en New York.

— ¿De verdad? —Zayn frunció el ceño, confundido—. ¿Y tu mamá?

—En Doncaster.

Él caminó hasta mí, poniendo sus manos en mis hombros con la sonrisa más grande que le he visto esbozar hasta ahora.

—Tenemos que ir —añadió como sugerencia—. Todos.

— ¿Quiénes 'todos'? —preguntó Liam, de repente interesado en las palabras del pelinegro.

—Los tres —nos señaló—, Niall y cierto profesor que conocemos, por supuesto —dándome una mirada pícara, alegando secretos aún no revelados.

Aparté sus manos de mi cuerpo, pensando en lo que podía decirle bajo el atento vistazo de Liam.

—Los puedo llevar, sí —respondí señalándolo—, pero yo no voy a estar muy presente con ustedes, tengo asuntos que arreglar.

— ¿Y esos asuntos son...?

—Creo que no deberías preguntar si la respuesta no te va a gustar —dijo Liam, dejando caer la frase de manera casual. Y con eso Zayn le dio una mirada extrañada pero no agregó más. Pero la duda en su rostro era notoria.



(...)



Strangers not so stranger | Larry Stylinson Where stories live. Discover now