Lo que sentimos, lo que aceptamos

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—Lindura, estoy tratando de pintarte —digo tranquilamente—. Así que deja de moverte.

— ¡Tú con palabras suaves, el mundo arderá hasta sus cenizas! —dramatiza Zayn, poniendo una mano sobre la coronilla de su cabeza, exponiendo su punto y dañando terriblemente su pose.

—Calla, calla.

Hago movimientos ligeros con el pincel para restar importancia a su comentario.

Al admirar el contraste del sol con su cara era tan impresionante que no pude resistirme a adornar mi lienzo con ligeros movimientos en óleo.

—Magnífico —susurro.

—Louis —dice alargando mi nombre lo suficiente para causarme molestia—. A la próxima le toca al ingrato que tengo por amigo —señala acusatoriamente detrás de mí.

Suelto una risa juguetona a la vez que imagino ese escenario con Harry, y absolutamente sería desastroso, es mejor no averiguarlo por ahora.

—Dudo mucho que termine de pintarlo.

— ¡Hola, Liam!

Por alguna extraña razón que desconozco, Zayn hoy se encuentra muy achispado como si estuviese embriagado y desbordando felicidad por cada recóndita parte de su cuerpo.

—Malik, no sabía que ahora era una de sus putas... —dijo Liam mirándome sospechosamente.

— ¡Qué feo que te digas así a ti! —exclamó el moreno con los brazos abiertos—. Mal, muy mal, Liam.

—Perra desdeñosa... —siseó caminando hacia él.

Cuando Liam se colocó atrás de Zayn fue imposible no darme cuenta lo perfecto que quedaba ahí, con esa expresión tan seria y destilando irritabilidad hacia el moreno. Mi cuadro pronto dio un cambio al tratar de copiar la escena antes mis ojos, porque sé que cuando hay arte mis latidos se aceleran demasiado para demostrarme lo que con mis orbes mundanos me estoy perdiendo.

Mordiendo suavemente mi labio inferior admiré mi lienzo y no pude estar más que maravillado por mí mismo, tan perfecto que parece real esas nubes de algodón con el sol brillando en lo más alto que ciega, Zayn sentado en el césped con las piernas recogidas tirando la cabeza hacia atrás por las contantes risas, Liam absorbiendo toda la luz a su espalda creando esas sombras degradantes.

—Estás muy callado —susurró Harry a mis espaldas, cerca de mi oreja.

Di un respingo por su cercanía, había estado tan sumergido en mis pensamientos que me olvidé que se encontraba con nosotros.

—Estoy pintando.

—Por supuesto que lo estás —se detuvo a mi lado—. La manera en la que pintas... Es increíble.

Alcé mi vista hacia su perfil, debatiéndome en qué decir pero quedándome en silencio, en estos momentos son los que no sé cómo actuar, cómo se supone que deba aceptar un cumplido.

¿Unas 'gracias' bastarán? Nah, muy simple.

—Estoy esperando un agradecimiento.

—Puedes sentarte a esperar.

En cambio, le regalé una sonrisa sincera.

—Deberíamos hacer una fiesta —sugirió Zayn ya parado a unos pasos nuestros—. ¡Es sábado!

—Louis, ¿tienes un momento? —me preguntó Liam.

Avancé hacia él, para saber qué quería, todo bajo la mirada de cierto profesor y Zayn.

Strangers not so stranger | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora