(8) ╋ Mascaras Quebrantadas ╋

Start from the beginning
                                    

Mi madre se puso de pie.

—No uses ese tono sarcástico conmigo, Heist, sabes lo mucho que me disgusta.

Bufé.

—¿Por qué? ¿Te recuerdo a él?— me acerqué a ella lentamente, —Cada vez me parezco más a él, ¿no, madre?

Mi intento de hacerla enojar falló como de costumbre. Mi madre estiró su mano hacia mi, ahuecando mi mejilla con gentileza.

—Tú no eres como ninguno de ellos,— su sonrisa fue tan gentil como su caricia en mi mejilla, —Tú eres único, Heist.

—¿Por qué no puedo hacerte enojar?

—No quieres hacerme enojar, Heist.

La amenaza fue sutil, delicada, como todo lo que tenía que ver con ella. Le sonreí antes de dar un paso atrás, rompiendo el contacto entre nosotros.

—Gute Nacht, mutter.

Buenas noches, madre.

Le di la espalda.

—Schlaf gut!

Sueña algo bonito.

Le oí decirme mientras me alejaba de ella. Aunque ella sabía claramente que dormir no estaba en mis planes por el momento.

Al llegar a mi habitación, cerré la puerta con seguro detrás de mí. La chica en mi cama aún dormía plácidamente, mis sabanas cubriendo algunas partes de su cuerpo desnudo, escondiendo otras. Su piel morena hacia un lindo contraste con mis sabanas carmesí.

Me quité la camisa por encima de la cabeza, observándola y procedí a bajar mis pantalones. En solo boxers, me acosté a su lado como si nunca hubiera salido, o pasado unos cuantas horas leyendo en la sala mientras ella dormía.

Natalia.

A simple vista, parecía una chica experta y segura de lo que hacia pero a puerta cerrada, estaba llena de inseguridades y miedos. Pasé mi dedo por su espalda desnuda, y besé su mejilla con gentileza como un amante enamorado.

Y puedo serlo, puedo convertirme en lo que sea necesario para tener el control total sobre alguien. Puedo leer a las personas con facilidad, indagar que es lo que necesitan para dárselos, complacerlos, atarlos a mi, volverlos adictos a lo que les doy o represento para ellos. Los seres humanos son capaces de muchas cosas una vez que han encontrado justo lo que necesitan.

Natalia necesitaba un amante, sentirse valorada y amada y sobretodo ser follada como debía ser, no inexpertamente como esos pueblerinos lo habían hecho hasta ese momento.

Habían sido un par de días divertidos, enseñándole lo bueno y la variedad de cosas que se podía hacer durante el sexo para llevarla a la locura. La chica ni siquiera había tenido un orgasmo follando, vaya, que me la puso fácil.

Pero mamá tenía razón, no más juegos.

Natalia se despertó, girándose hacia mi, una sonrisa dulce formándose en sus labios al verme. Imité su sonrisa.

—Hola, dormilona.

Ella no dijo nada y me besó, sus pechos rozando mi torso desnudo. La aparté con gentileza.

—Eres insaciable.

Ella se sonrojó.

—Es tu culpa, lo haces tan bien,— admitió, —que me dan ganas de solo recordarlo.

Por supuesto que lo hago bien, sexo extraordinario es lo que necesitas de mi, tu conocimiento es lo que necesito de ti, Natalia. Un intercambio bastante justo, ¿no?

Heist [Darks #1] [En librerías] ✔️Where stories live. Discover now