Amor vikingo

19

-Dilo de una vez.

FL-Los dioses me han hablado, voy a darme al mar.

-Me abandonas.

FL-Se que ahora lo ves así, pero debo cumplir su voluntad.

Me aparte de padre aunque en ese momento no le parecía que lo fuera, si no, un hombre que no conoce muchas veces sus ocurrencias, pero está es abandonarla. Ya perdí a madre y no deseó perderle a él también, además tienen que hacerla un entierro digno no puede irse y dejarme sola.

FL-Debes quedarte junto a...

-Si yo fuera la que hubiera muerto en vez de madre no la abandonarías, pero claro soy de esa clase de personas que es mejor abandonar que quedarse a su lado.

Mi corazón no soportaba más en cualquier momento va a romperse y me jure a mi misma que no dejaría que ver a NADIE como eso sucede. Salí corriendo de aquella cueva, iba tan rápido que enseguida salí de ella, vague por aquel bosque sin rumbo alguno, solo quiero estar bien alejada de todos.

Me deje caer en una roca grande, por suerte no está tan dura como se veía cosa que agradecí, mi corazón aún me duele no me lo podía creer. Solo quería que apareciese y que me diga que todo era una de sus típicas bromas, pero me temo que está vez no es así.

Tirada por cuarta vez pero no me rindo, volví a levantarme mire sus movimientos y ataque, pero como las otras veces me esquivo enseguida y para colmo  me lleve un fuerte golpe en la espalda y encima gracias a eso mi espada se me cayo de las manos.

UB-Perdona.

Antes de recogerla lo observe y cuándo estaba algo distraído saque un pequeño cuchillo, me lance a él lo cuál hizo que cayera encima suya y le pusiera el cuchillo en su cuello.

-Muerto.

Él solo se río lo cuál hizo que yo también me acabara riendo, me levanté y no hizo falta que le ayudara a ponerse de pie. Guardamos nuestras espadas y fuimos al lago a beber y a descansar un rato.

-¿Puedo hacerte una pregunta?.

UB-Ya me la acabas de hacer.

Le miro poniendo los ojos en blanco, él solo se ríe de nuevo deja de lavarse la cara y se acerca hasta mi sentándose a mí lado.

UB-Pregúntame lo que quieras, enana.

-¿Porqué te ofreciste a ayudar a alguien tan patosa como yo?.

Miro el río supongo que aquella pregunta no se la esperaba, pero necesito saber su respuesta aunque sea una tontería, pero la necesito escuchar.

UB-Veamos... porqué te veo como una hermana pequeña, eres una niña ante mis ojos y quiero protegerte. Eres inocente y no sabes muchas cosas del mundo, pero eres distinta porqué estás llena de curiosidad por aprender y nunca te rindes aunque a veces debas hacerlo.-me regalo una sonrisa y puso su brazo derecho sobre mis hombros-

-Me...me has dejado sin palabras.

UB-Lo se, no eres la primera ni serás la última chica que me lo diga.

Suspire estoy perpleja por sus palabras no me lo creo estoy a punto de llorar, pero hice el esfuerzo para que no me vea llorar y lo he conseguido.

UB-Venga, debemos regresar.

-aparece de la nada Hvithserk algo preocupado-

HV-Menos mal que os encuentro, tenéis que ayudarme.