╰✯┋Capítulo 14┋

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Las calles permanecían húmedas y frías luego de la lluvia

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Las calles permanecían húmedas y frías luego de la lluvia. Pequeños sonidos de gotas hacían eco de vez en cuando, Shannon sospechó que eran las únicas personas cerca, pero no tuvo deseos de corroborarlo.

—Esto no puede ser verdad. Clear te miró en sus visiones, y en el tiempo que estuviste ninguno de nosotros pudo notar rastro alguno de la esencia de una estigia.

Jay dejó salir una pequeña risa entrecortada y suspiró.

—Eso es porque Jack es capaz de cambiar la naturaleza de los poderes. Tal vez Nico te lo dijo: que era incapaz de absorber mi poder.

Shannon se quedó mirándolo, desconcertado, cuando aceptó ser parte de los apóstoles supo que la muerte era una probabilidad, pero le irritaba pensar que fuese tan pronto y de esa manera.

—Incluso si logras matarme no te saldrás con la tuya. Es cuestión de tiempo antes de que el resto nos encuentre.

Jay quitó su sonrisa de golpe.

—Tienes razón. Suficiente de charla, vamos a divertirnos.

Shannon le sostuvo la mirada sin decir nada más.

—No te preocupes, será tan rápido que no serás capaz de sentir dolor. Tómalo como un agradecimiento por haber sido amable conmigo.

Jay materializó su hacha y puso el filo en su cuello.

—Dada tu actitud tan correcta dudo que tenga sentido, pero te daré una oportunidad: únete a nosotros.

Shannon lo miró con aspereza, mas notó que no había mentira en sus palabras, como si la oferta de la estigia fuera genuina.

—Esto es lo que he elegido —murmuró— ¡Jamás me uniré a ustedes, así que si vas a terminar conmigo hazlo de una vez!

Los labios de Jay volvieron a curvarse en una enferma sonrisa.

—Respuesta equivocada.

La estigia tomó impulso para clavar el hacha, pero Shannon se negaba a morir sin cumplir su venganza. Se apoyó en el cuerpo del mayordomo que lo seguía sometiendo y con sus pies empujó a Jay haciendo que cayera, soltando su arma.

Se concentró en utilizar el letargo del tiempo, pero incluso tras intentarlo le fue imposible moverse.

—Astuto, pero incluso la naturaleza de tu letargo del tiempo puede ser cambiada —le informó Jay desde el piso.

La estigia se estiró hasta tomar nuevamente su arma y se puso de pie. El filo del hacha llegó hasta Shannon y rasgó la piel de su hombro. El corte no era profundo, solo lo suficiente para que comenzara a sangrar.

Intentó leer su mente, para saber si sus pensamientos eran desesperados pese a que su rostro no mostraba más expresión que la furia.

Cuando se topó con un muro blanco retrocedió.

Donde los ángeles temen pisarWhere stories live. Discover now