La vida no le sonríe a Shannon, un chico que ha perdido a su familia a manos de un extraño enemigo.
Cada día espera el regreso de este ser sobrenatural para tomar venganza, pero apenas comienza a descubrir sus propios dones, se ve envuelto en algo m...
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Shannon miró a Lawrence sentado fuera. Parecía más pensativo de lo normal y eso le preocupaba.
Tomando una respiración profunda deslizó los dedos por la cerradura, sintiendo la frialdad sobre su piel y entonces abrió la puerta.
—No nos acompañaste en la cena, es poco propio de ti —dijo y le extendió una bandeja con comida— ¿Algo va mal?
Lawrence le miró y luego volvió a agachar la cabeza mientras su yema del pulgar derecho se posaba en su labio inferior.
—Shannon... hay algo que he querido decirte desde hace un tiempo.
—Pues, te escucho. Parece importante.
Tomó asiento a su lado, mirando que aquella confesión parecía costarle más de lo que le gustaría.
—Lo es, es sobre el tiempo que estuve entre las estigias.
—Está bien, acordamos dejar eso atrás...
—¡No! —sacudió la cabeza repetidas veces—. Es importante, es sobre uno de ellos. Su nombre es Ellie.
—¿Qué? —Shannon estuvo a punto de voltear la bandeja—. ¿Por qué no me lo dijiste?
Lawrence tomó con fuerza las mangas de su gabardina tapando casi toda su mano y las llevó a su rostro.
—No había encontrado la oportunidad. Han pasado muchas cosas recientemente.
—Sabes que esto es más importante que cualquier cosa, tú mismo juraste que no tendrías más secretos conmigo.
—No lo hice, solo no encontré cómo decirlo antes...
—¡Hubo cientos de oportunidades!
El ceño de Lawrence se arrugó y los sentimientos de tristeza y culpa fueron reemplazados por un auténtico disgusto.
—¿Por qué estás tan molesto? Ni siquiera es seguro que la estigia sea el mismo Ellie que tú piensas.
—¡Pero si lo es tal vez recupere a mi única familia!
Aquella sentencia bastó para dar terminada la discusión. Lawrence se levantó para ocultar su mueca dolida y el descontento de Shannon era inmensamente más grande que sus ganas de disculparse por haber sido cruel.
—¿Y qué harás? ¿Ir a buscar a las estigias para preguntarles si te dejan encontrarte con Ellie porque posiblemente es tu hermano?
Shannon frunció el ceño, si bien no tenía un plan, era capaz de lo que fuera por encontrarse con él.
Gritos repentinos provenientes del exterior los arrancaron de sus cavilaciones. Ambos corrieron dentro a encontrarse con el resto de los apóstoles.
—¿Qué está sucediendo?
—Estigias —pronunció Abdiel—. Por fin han venido. Prepárense, abriré el portal.
