opposites ¡! yoonmin au

parte unica.

    La melodía favorita de Yoongi se escuchó en todo el lugar en cuanto terminó de contar una anécdota de cuando era niño. Verlo reír era como una poesía que se atascaba en su cabeza y no salía en días, o hasta poder escucharlo reír de nuevo. Inconscientemente también sonrió, dejándose llevar por las emociones que revoloteaban en su profundo interior y le exigían una muestra de afecto o expresión . Se abrazó más a sí mismo, imaginando que sus brazos eran el menudo cuerpo del chico delante a él y que tenía su calor protegiéndolo, aún incluso de estarse congelando en la nieve del patio trasero.

"¿Tienes frío?" Dejó de escuchar la risa del menor, escuchándose ahora preocupado, viéndolo a través del cristal, Yoongi negó suavemente con la cabeza mientras mantenía su celular pegado a su mejilla, imaginando que el frío debajo de sus piernas no era más que algo pasajero, y que cuando Jimin volviera a reír se iría completamente de nuevo.

"No, no te preocupes" El rubio lo vio dudoso, mordiendo sus labios después y desviando la mirada hacia su habitación "Ni siquiera lo pienses Park, no voy a dejarte salir, esta helando".

Lo vio enojado, frunciendo su ceño, viéndose de todas maneras como una obra de arte para los ojos del pelinegro "¡Si tienes frío! Te atrape" Le regaño, golpeando levemente el cristal de la ventana de su habitación, cosa que sobresalto al mayor quien se mantenía entretenido con la imagen del adorable ser que tenía casi enfrente "Deberías ir a casa" Titubeo antes de hablar, principalmente porque no quería que se fuera, pero no quería verse egoísta, pidiéndole que se quedara aún cuando era evidente que estaba congelándose.

"No me quiero ir todavía, aún es temprano"

"Más tarde hará más frío" Dijo con verdadera preocupación, haciendo un bonito mohín con sus labios y ojitos de cachorrito que terminaron por calentar el corazón de Yoongi.

"No hace tanto frío como piensas, tú debes quedarte adentro porque eres sensible pero yo ya me he acostumbrado" Se había acostumbrado al frío, pero no a la nieve en su pantalón. Le sonrió débilmente "¿Comiste?"

"Lo hice" Le aseguró, Yoongi vio como se levantaba de enfrente de la ventana, ponía el celular en alta voz y caminaba hacia su cama, quitando una cobija blanca de encima de esta y caminando de nuevo hasta el celular "Puedes quedarte con ella, voy a caminar a la cocina y dejarla en la ventana, es la única que se abre por alguna emergencia" le explico tranquilo, pero cambiando a una mueca de duda que alertó al mayor.

"¿Qué ocurre?"

"Mis papás salieron por una reunión, les dije que sacaría a pasear a Minnie a esta hora así que las alarmas de la puerta trasera estarán desactivadas" El corazón de Yoongi empezó a latir con rapidez, sintiéndose incluso mareado, ¿Podría tocarlo de nuevo? "Serán sólo unos minutos antes de que me llamen a que regrese pero es mejor que nada, ¿Hm? Prepare comida para que lleves a casa y te alimentes" La emoción también se escuchaba en su voz, y el mayor asintio emocionado, escuchando como después de eso el rubio terminaba la llamada

Se levando del suelo, viéndolo la nieve caer en sus pantalón y sintiéndose mojado por sentarse sobre prácticamente hielo. Jimin le sonrió un poco antes de ponerse una chaqueta porque el frío se colaría por su puerta apenas la abriera y no quería pescar un resfriado. Tomo la cobija que le daría a Yoongi y le hizo una pequeña seña de que fuera hacia la puerta de la cocina. Yoongi se apresuró, rodeando toda la casa y saltando una pequeña valla para poder atravesar hacia el patio frente a la puerta de la cocina. Vio al menor allí, tratando de abrir la puerta con un poco de nervios. Cuando por fin pudo abrirla y sintió un fuerte frío impactar contra su rostro, tomó la chaqueta del mayor y lo jalo hacia dentro de la casa.

Yoongi volvió a emocionarse, lo tenia tan cerca y podía sentir lo calientito de su piel aún sin tocarlo.

Ninguno dijo nada, ambos seguían sin creer que estaban cerca otra vez. La mano del pelinegro se movió involuntariamente hacia la del rubio, tocándola, sintiendo su cuerpo llenarse de energía apenas puso un solo dedo en la mano gordita con deditos adorables. Y Jimin, el no dijo nada, observo sus manos, sintiendo que su corazón latía muy rápido y sintiéndose desesperado por más contacto, sintiendo incluso al mayor de los dos de la misma manera.