#23

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"Está bien. Eijirou lo entiende."

Incluso si Kirishima le hubiese dicho eso, a Bakugou palabras tan falsas como esas no lograron convencerlo, mucho menos dejarlo tranquilo. Es más, todo lo contrario, pero debido a la pesadez del ambiente que para ese entonces hubo dentro de la habitación, sumándole también la incómoda atmosfera que entre ellos se creó, el cenizo no fue capaz de reclamarle por sus claras mentiras. Asimismo, ni siquiera hubiera sido capaz de encontrar una manera de hacerlo.

Simplemente dejaron las cosas hasta ahí. Sin embargo, eso a Bakugou no le gustó para nada, pero tampoco fue capaz de cambiarlo.

Y quizás en ese momento las cosas debieron ser así. Obviamente no quería decir que fueran a dejar tal importante tema hasta allí y listo, ¡adiós! No, era obvio que no podían simplemente ignorarlo y hacer como si aquella tortuosa charla no hubiese sucedido, ya que ambos sabían por igual que ninguno de los dos podría hacerle vista ciega y mucho menos dejar que les rebanara los sesos cuando pudiese.

No, aquello simplemente no podía quedarse así.

Pero Bakugou comprendió que sería preferible volver a hablarlo en otra ocasión, preferiblemente cuando estuviesen a solas y volvieran a ser capaces de mirarse a la cara. Porque sí, luego de que Bakugou le hubiese dicho al pelirrojo que jamás le podría dar aquello que durante toda su vida había querido tener y que seguramente nunca dejaría de anhelar, ellos no fueron capaces de sostener sus corazones ni enfrentar la realidad entre ellos mismos.

Esa noche prefirió dejarla así. Ya encontrarían otro momento para volver a retomar el tema. Ahora se encontraban en compañía y no podían adoptar una postura más patética con la que pudieran inquietar o molestar a los invitados, los mismos que se quedarían a dormir en casa del joven policía. Eso se debió a que el mismo se negó rotundamente a aceptar que la chica embarazada fuera arrastrada y obligada a dormir en los bosques, muchísimo menos cuando justamente esa noche hacía un frío horrible con el que no querría que –al menos sólo ella- lidiara.

Para eso, Bakugou tuvo que desmantelar la habitación del segundo piso que utilizaba de almacén. Claro que él no pudo ser partícipe de ello debido a sus heridas, siendo obligado a quedarse en la sala a cuidar de los híbridos mientras que Midoriya y Yaoyorozu se encargaban del trabajo pesado, que no constaría en nada más que quitar cajas, tablas de madera, algunos objetos variados y limpiar todo lo que pudieran.

Ya llevaban un par de horas en ello, aunque avanzaban rápido. Eran las 2 am y un poco más. Los policías encargados de desmantelar la habitación fueron ayudados por Ochako, Todoroki y Kirishima, quienes también aprovecharon de divertirse entre las cajas en las cuales encontraron cosas bastante interesantes, de las cuales sólo algunas se adueñaron a espaldas de Katsuki –aún-. Por supuesto, Bakugou les había advertido que no sacaran nada porque todo dentro de ese cuarto era basura, pero ni a él mismo le importó mucho que fueran a hacerle caso o no, porque de todas formas ellos nunca lo hacían.

Esos cinco personajes se hallaban en el segundo piso, mientras que todos los demás dentro del primero en diferentes zonas de la casa.

Los tres híbridos allegados se encontraban en la cocina, la de cabello rosa, el rubio y el pelinegro.

No estaban haciendo nada malo, o al menos por el momento. Bakugou les había entregado una baraja de cartas para que así jugaran con ellas y no fueran a molestarlo a él o a los otros de arriba. Aunque tuvo que admitir que, antes de darles las cartas, temió porque esos retrasados fueran a comérselas. No obstante, tal tragedia no sucedió. Claramente, ellos no tuvieron idea de para qué servían esos cuadrados blancos con extraños dibujitos rojos y negros, pero, a pesar de ello, supieron darle un uso propio. Comenzaron a hacer torres con ellas, un turno cada uno, las mismas torres que los humanos hacían, aunque la única diferencia entre el juego humano y el de ellos, es que ellos castigaban al sujeto que la hiciera caer.

¡Mamá, me casé con el perro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora