– ¿Puedes calmarte?

– Creí que estaba siendo un buen hombre – Aspiró el humo conteniéndolo largamente – vendamos en Moscú.

– ¿Qué?

– El duplex, vendamoslo – Contuve la sonrisa, y me sentí como una serpiente, cuando dijo lo que yo quería escuchar.

– Hablemoslo luego de la boda.

John me sonrió dejando su dedo a lo largo de la cicatriz sobre mi ojo, cubriéndolo y quitando su mano para observarlo como si fuera algo divertido.

– Entonces ¿Pueder ver las cosas que la chica veía? – Sonreí mientras continuaba haciendo lo mismo – Verde, gris, verde, gris. Me gustas con verde, y me gustas con gris, con ambos, eres como una quimera.

– Cállate ya.

– Como se dilata tu pupila es una cosa fascinante. Polly tiene unas hierbas para las cicatrices – Comentó tomando su taza de café para beber un largo trago acomodándose en su silla observando el patio desde la terraza, echó un vistazo alrededor – Fui con Tommy a la tienda ¿sabes? Los vi desde afuera, despidiéndose.

– Uhm.

– Realmente no sé qué es lo que ha sucedido entre ustedes dos, ya sabes, soy un espectador en su relación; pero joder, esto es como una novela cruel.

– Tommy es feliz.

– Eso no es verdad, cariño y lo sabes.

Mis manos temblaban frente al espejo, aspiré el cigarrillo observándome detenidamente, estaba demasiado nerviosa.

Polly se levantó de un salto cuando la puerta se abrió y Nikolai se adentró apresuradamente, se veía perfecto en su traje de corte italiano negro, con una corbata azul.

– ¿Qué haces aquí?

– Necesito hablar contigo – Se acercó a mi pálido.

– Se supone que no podemos vernos, Niko – Sonreí dejando el cigarrillo sobre el cenicero para levantarme.

– Polly, danos un minuto – Ella salió de inmediato sin siquiera dudarlo – Joder, te ves tan hermosa – acarició mi rostro contemplando el vestido – cariño, lo lamento tanto.

– ¿Qué sucede?

– No puedo hacerlo – Fue como si me lanzaran un balde de agua fría y sacaran todo desde mi cuerpo para dejarme allí.

– ¿Qué?

– No puedo casarme contigo – Lo dijo, solo podía ver sus ojos, lo pálido que estaba – no puedo hacerlo sabiendo lo que hizo Dimitri.

– Eso no tiene que ver con nosotros.

– Si tiene que ver. Casó a Ivannia con Tommy para que te ayudáramos; y buscará una maldita forma de sacar provecho de esto – Negué con la cabeza desesperadamente – escuché a Thomas hablando con Polly anoche.

– Niko...

– ¿Qué haces cuando la única mujer que has amado te pide que la entregues en el altar? – Contuve el sollozo que salió desde la boca de mi estómago, no sabía si quería llorar porque estaba dejándome o porque había escuchado sus palabras con la voz de Thomas – de pronto todo comenzó a calzar – Dejó su mano en mi hombro para bajar la manga del vestido y pasar su dedo por el tatuaje que siempre cubría el bretel de mi brasier – Thomas – Leyó con tanta pena en su voz que comencé a llorar.

– Puedo borrarlo.

– Si, si puedes pero no lo has borrado de donde realmente importa.

– Nikolai, te amo – Las lágrimas caían frenéticamente por mi rostro – no hagas esto. No me hagas esto.

– Yo te amo, y es por eso que no puedo atarte de esta forma a mi – Me dio la espalda para salir de la habitación.

– Nikolai – Mi voz resonó en el salón principal donde los invitados ya habían comenzado a aglomerarse – ¡Niko! – El silencio hizo que todos nos observaran – por favor, te amo.

– No me amas, Mirina – Su voz me rasgó el pecho declarando tanto que sentí que caería de rodillas – amas que te haya salvado en Rusia, amas todo lo qué pasó para que nos uniéramos, amas haberme salvado, y amas sentirte como te sientes conmigo.

– Eso es amor – Polly intentaba sacar a la gente del salón, algunas personas se fueron – Niko.

– ¡Ivannia! – La mujer lo observó desde las escaleras pero Dimitri la retuvo por el brazo – Ivannia viene conmigo – Ada se acercó a mí sosteniendo mi brazo – no tienes moral o escrúpulos. Lo que haz hecho pasa todo límite.

– Nikolai, este no es momento de hablar de esto – Se defendió el rubio bajando la escalera para acercarse a su hermano, susurro algo sosteniendo el brazo del pelirrojo.

– No voy a hacerlo, ella no me ama. Vámonos – Aulló estirando su mano a Ivannia, con los ojos llorosos vi a la pálida mujer observar a Thomas, quien asintió pausadamente – Me das asco Dimitri, separaste a Ivannia de Mischa para pactar con los blinders...

– ¡Todo el mundo fuera! – Aulló Arthur abriendo las puertas para que los invitados salieran, ayudado por John, y los demás blinders en la casona.

– Todo es un maldito negocio – Continuó diciendo mientras John corrió hasta mí cuando caí de rodillas sobre la alfombra que raspó mi piel – separas y unes, me usaste a mí y a tu esposa para que esto pasara entre Mirina y yo. No soy más tu maldito juguete.

– ¡Nikolai! – El grito de Dimitri resonó en el lugar deteniéndolo frente a las puertas – ¡vuelve en este instante y desposa a esta peaky blinder! Arruinaras todo como siempre haces.

– Dimitri – La voz de Thomas interrumpió todo.

El grito de las sirvientas pareció despertarme de la pesadilla que continuaba, Dimitri Pétrov sacó un arma que empuñó frente al líder de los peaky blinders, el sonido del disparo me cerró los ojos, al abrirlos Dimitri caía sobre el suelo, Nikolai le había disparado en la cabeza.

– Espérame en el auto – Ordenó Nikolai a Ivannia guardando el arma en su cinturón, me observó acercándose para arrodillarse frente a mi – hoy duele, pero me agradecerás mañana – Dejó su mano en mi rostro para besar mi frente – Te amo – tomé su mano para intentar retenerlo, ni siquiera me observó al alejarse dejándome con la mano estirada y vacía hacia él; mi llanto cesó al verlo salir por la puerta.

– Arthur llama a Brown que venga de inmediato – Ordenó Thomas con la mirada en la puerta – John, lleva a Iri a su habitación. Ada despacha a los invitados e inventa algo para el disparo – John me levantó del suelo cargándome entre sus brazos.

It was always about Thomas [{Completa}]Where stories live. Discover now