[Taeny fanfic] Beautiful Days (completo)

Capítulo 1: Traslado

"¡Mami!" una niña de doce años gritaba fuera del pabellón, había logrado escabullirse de todos los funcionarios para llegar hasta una sala donde se encontraba su madre, antes de que la niña pudiera ver por completo lo que sucedía uno de los paramédicos salió y se hizo cargo de la situación "¿Qué le sucede? Jin dijo que estaba bien, quiero verla" las lágrimas corrían por su rostro, pequeño y asiático, el paramédico tragó "Tendrás que esperar, tu madre está siendo operada en estos momentos..." el hombre miró a la sala, él sabía que ella no la vería nunca más "¿Ella estará bien?" preguntó, los guardias se acercaron para llevarla con el resto de su familia, él sólo la miró.

"Tiff despierta" una de sus amigas la meció haciendo que ella volviera al presente "¿Eh?" "Estabas en las nubes" otra muchacha sonrió junto a ella se encontraba un guapo chico "Estamos en una fiesta Tiff... ¡toma todo lo que quieras!" su amiga bebió de la botella el ron puro "¡Así se hace Jenny!" gritaron más muchachos de la misma edad "¡Más!" pidió la joven, Tiffany sonrió "Yo también quiero" el chico guapo le dio una botella de vodka y un jugo de naranja, Tiffany hizo la mezcla y lo bebió todo, mientras los demás bebían cervezas y otros tragos más fuertes, ella lo hacía para olvidar ese fatídico día.

La niña lloraba junto a sus hermanos, los tres estaban abrazados a su padre, quién intentaba permanecer con su coraza de fuerza, sin embargo esta se iba poco a poco de su ser "Él dijo que esperara..." lloró Tiffany, Michelle y Leo seguían llorando, su madre había fallecido producto del cáncer que la había afectado durante los últimos años, su padre o como ellos lo llamaban, Jin, estaba destrozado también "Ella se esforzó tanto..." dijo Jin con las lágrimas cayendo también, sus hijos al verlo lloraron aún más, ese día era un día en que siempre celebraban juntos... navidad.

Eran las cuatro y media de la mañana, el timbre sonó y Michelle bajó rápidamente para no levantar sospechas, ella abrió la puerta, allí estaba Tiffany con un par de amigos que la habían venido a dejar "Ustedes no cambiarán nunca ¿eh?" dijo Michelle tomando un brazo de su hermana menor y llevándolo alrededor de su hombro "La vida... es para disfrutarla" dijo uno de ellos con una sonrisa como se tambaleaba, Michelle sabía que estaban un poco menos ebrios que su hermana "Vayan a casa con cuidado" ellos asintieron y se fueron, uno de ellos se cayó después de cerrar el portón, Michelle sabía que sus amigos se reirían de él en unos días más cuando vean su nariz raspada "Mil..." la hermana mayor amplió sus ojos y corrió con la menor al baño, la joven estaba en un muy mal estado y sería fácil que su padre la encontrara nuevamente.

"¿Qué quieren para el desayuno?" preguntó Jin al ver que dos de sus hijos se habían levantado "Un tostada con miel" "Panqueque..." "Y huevos revueltos" los dos muchachos lo saludaron, Jin les sonrió y frunció el ceño al sentir el olor de Michelle "¿Dónde está Tiff?" los dos hermanos se miraron y suspiraron, Jin movió su cabeza y se dirigió al cuarto de la muchacha "Tenías que haber hecho algo" "Tú no la vistes vomitar por media hora" Leo hizo una expresión de repulsión "Que asco" Michelle asintió; Jin tomó una respiración antes de abrir la puerta y cuando estuvo preparado la abrió encontrándose con un olor de espanto y con la muchacha roncando sobre su cama con las sabanas esparcidas por todas partes al igual que su cabello "Oh dios... mío" Tiffany tenía diecisiete años, en los cuales, desde los dieciséis a lo único que se dedicaba era a salir de parranda y pasarla bien con sus amigos para llegar en ese o peores estados a casa, Jin fue directo a la ventana, dejó las cortinas abiertas y luego abrió la ventana haciendo que la brisa despertara de golpe a la joven "¡Ciérralo!" exclamó buscando con qué esconder su rostro y cuerpo, Jin suspiró "¿Hasta cuándo seguirás con esto? En unos cuantos meses más tendrás dieciocho años y ni siquiera piensas en tu futuro" comentó el señor Hwang, Tiffany se sentó en su cama y lo vio, sintió ese remordimiento que siempre sentía al verlo fruncir su ceño "Estoy de vacaciones... puedo hacerlo" contestó con naturalidad, Jin negó "No puedes seguir así... de hecho no seguirás así, hablaremos después del desayuno, ahora toma una ducha y nos vemos abajo en quince" el señor Hwang, quién solo tenía cuarenta y un años, se fue de la habitación de la joven, quién refunfuñaba.