Capítulo 5: Melancolía.

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Notas: sé que en MUR dije que actualizaría primero DLP pero me di cuenta que ya tenía este capítulo desde hace mucho y olvide publicarlo así que se los paso, por ultimo les diré que este es el primer fic que voy escribiendo a la marcha por eso es que los caps son tan cortos a comparación a lo que les tengo acostumbrados, o sea q no tengo medio fic terminado como acostumbro antes de publicar uno o dos caps, es más ni siquiera tengo escenas escritas más que una que para colmo falta para que salga así que estoy a lo que sale y espero no contradecirme, si ven algo de eso, díganme enserio lo agradecer, o alguna duda que no haya resuelto aún.

Capítulo 5: Melancolía.

- ¡Tú me abandonaste! – grito Leo furioso – a mí y a la abuela, ¿tienes idea de lo que eso le hizo?, la destrozo – gruño con ira sus manos se aferraron aún más al cuero del látigo en estas– todo el tiempo preguntaba por ti, te llamaba incluso en sus últimos días, perdimos la panadería de lo mal que se puso, de las deudas acumuladas – apretó los dientes ante cada palabra.

- Yo no quise causar eso – se disculpó humildemente Nando, estaba asustado si el joven lucia realmente mal mirando por un lado al que había sido su hermano y al otro sujeto a un lado, la muerte quien parecía no tener ningún deseo de llevárselo.

- ¿No quisiste? – dijo con sarcasmo- yo no tuve opción, no podía dejarla morir y ahora mírame – pidió pero el joven aún se negaba a verle a los ojos - ¡que me mires cabrón! – grito haciendo tronar su látigo en el aire retumbando la tierra con estruendo - tú me convertiste en esto, cuando huiste porque mi habilidad regreso, cuando creíste que serias arrastrado nuevamente a lo sobrenatural ¿pues qué crees Nando? Al que se lo va a cargar el chahuistle es a otro – y su látigo se enrosco alrededor del joven quien miro horrorizado el deforme rostro de su hermano, quien vio al demonio mismo sonreírle con vicio.

Los san juan había pensado ilusamente que tras escapar del infame charro negro podrían vivir sus vidas como quisieran, ser panaderos en su pequeño pueblo fue extrañamente liberador, tras años de vivir en viajes combatir a espíritus malignos y bueno ser empujados a ese mundo tan jóvenes vivir una vida monótona y tranquila fue extrañamente bueno.

Leo siempre había extrañado a sus amigos espíritus algo que Nando jamás entendió, si se había enamorado de Teodora pero vamos ella estaba muerta y obviamente nada pasaría, fue un pequeño capricho de niño y ambos crecieron y con ellos las responsabilidades hasta que un día Nando se vio obligado a salir del pueblo estaba enamorado y la chica que cautivo su corazon su envida por su padre lejos y en su estúpida locura de amor el la siguió, al principio llegaron cartas, luego nada.

Todo fue en picada desde ahí, la abuela enfermando de gravedad, perdieron la panadería, Nana Dionisia tuvo que regresar a Veracruz, entonces Quetzalcoatl intento eliminar al mundo y bueno como siempre él tuvo que detenerlo, al menos sus amigos regresaron, todos menos Xóchitl, conoció a Marcela y se enamoró.

Entonces Nando regreso y como el cobarde que era volvió a huir rompiendo por última vez el frágil corazon de su abuela, ¿Qué más podía hacer cuando su única familia moría en sus brazos?, Teo trato de detenerle trayendo a Xóchitl, incluso don Andrés, todos diciéndole que era una mala idea pero Leo estaba desesperado y en su dolor busco al único que podría ayudarle.

Solo que esta vez el trato fue diferente, Leo se había rebelado y osado intentar cambiar su destino, la vida de su abuela se salvaría pero el nuevo charro negro no tendría descanso alguno, jamás habría un sucesor y el puesto que alguna vez rechazo seria su prisión hasta consumirle por completo.

El lado oscuro del amor.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt