El lado oscuro del amor.

Capítulo 4: Madre.

Hace muchos siglos atrás el dios luna tuvo tres hermosas hijas, hermosas en belleza y con un poder inimaginable, de todas ellas, la mayor era quien sobresalía su amable corazón favorecía a los fieles mucho más que su estricto padre, sin embargo aun cuando el amor de sus hijas suavizaba su cruel corazón el oráculo les dio malas noticias, el amor y amabilidad seria recompensado con pena y muerte y el dios, quien había logrado suceder a su padre demasiado joven se asustó y en su inexperiencia decidió que si el amor atraería dolor a sus vidas era mil veces mejor no sentir.

El joven dios arranco sus ojos para tener la fortaleza de protegerlas y el tiempo paso, y las princesas aquellas llenas de amabilidad fueron tratadas duramente, volviéndose frías también, una era oscura aterrorizo al hombre y en algún momento ellos dijeron "basta", un guerrero se levantó entonces, valeroso y fuerte cuyos soldados vencerían al cruel dios para traer paz en la tierra, la princesa fue enviada para detener a dicho guerrero y aun que ella combatió con gran destreza no pudo evitar lo que sucedió.

La princesa se enamoró y para cuando el dios lo supo ya fue demasiado tarde, enfurecido por esta traición juro destruir aquel amor y cuando su pequeña huyo con el guerrero, cuando ella dio a luz el fruto de aquel amor, sintió su honor mancillado.

"Ven mi pequeña" dijo con engaños sonriendo prometiendo cuidar de ella, no estaba enojado juro y ella le creyó, para cuando reaccionaron su padre la asesino tomando al pequeño niño en brazos, el valiente guerrero maldecido y al pequeño niño le arrancaron su corazón, esparciéndolo muy lejos donde jamás podría encontrarle.

Kubo fue llamado el nuevo sucesor, creció fuerte y poderoso con la misma crueldad de su abuelo, el solo guio tropas a morir por puro capricho o controlo las mareas para inundar Japón solo para llamar la atención de la muerte, Kubo el devastador fue llamado entre los hombres, un egoísta dios que solo servía a sus propios deseos y durante mucho tiempo eso fue todo lo que conoció, entonces él encontró su corazón.

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- ¡Tú! Maldito desagradecido – grito el viejo dios lanzando a Kubo contra el piso de la habitación – oculto en ese horrendo mundo - grito furioso empezando a caminar – haciendo de mí el hazme reír de todos – cada vez estaba más furioso – todo porque ¿por estar con un estúpido demonio de quinta? – le pregunto y Kubo quien aun seguía afectado por los besos de Leo no escucho completamente aquellos reclamos – ¡debiste regresar de inmediato no jugar a la doncella secuestrada! – grito una vez más y lanzo el espejo de plata rompiéndolo en mil pedazos, fue entonces que Kubo reacciono y miro la furia en su abuelo.

- Basta – dijo.

- ¿Tienes idea de lo que me humille para traerte de vuelta? – gruño recordando su trago amargo – ahora todos deben saber lo que paso en el Yomi – más furioso.

- Basta.

- Y ese maldito mocoso, no puedo creer que Emma-O lo nombrara el nuevo Emma – siguió hablando sin hacerle caso a Kubo – El equilibro entre los dioses se perturba por sangre impura y tu juegas a esconderte – le dio la espalda decepcionado.

- ¡Basta!- grito levantándose y mirando el espejo roto – no tenías ningún derecho...

- Escúchame niño estúpido – dijo su abuelo acercándose a él mirándole amenazante – puedes ser el nuevo señor allá afuera – le tomo del brazo – pero aquí adentro sigues bajo mi yugo.

- Estas equivocado – jalo su brazo para soltarse – desde hace mucho tiempo que ya no te pertenezco, abuelo – termino llamándole con burla - ¿dime cómo fue que me encontraste?