-Buenos días Clare- saludé sentándome en mi silla giratoria cruzándome de piernas.

Noté como me miraba de arriba hacia abajo- ¡Venga ya! ¿Tú también?

-Me gusta pero eso te hace convertirte en mi contrincante- dijo encogiéndose de hombros ¿pero de qué me podría volver yo su “enemiga”? Le miré asombrada como se levantaba y se alejaba de allí.

Dejé a un lado todo este tema y me centré en el trabajo. Tenía que empezar con el artículo de la señora Smith y todavía no había concertado con ella la entrevista pendiente. El teléfono sonó.

-Aquí Amelia Clarck ¿qué desea?- pregunté descolgando mientras tecleaba en el teclado.

-Amelia necesito que venga a mi despacho- la voz del señor Romserty sonó en la otra línea.

-Ahora mismo estoy allí señor- colgué y dejé todo lo que estaba haciendo, más tarde continuaría con el artículo.

Cuando entré en el despacho del señor Romserty había alguien sentado frente a él dándome la espalda. Su traje hecho a medida se tensaba en sus hombros cuando hizo un movimiento. No hacía falta averiguar quién era. Ya lo sabía.

-¿Necesita algo?- pregunté todavía en la puerta, mirando fijamente a mi jefe para no desviar mi atención al otro hombre.

Hizo que me acercara con un movimiento de dedo y yo obediente lo hice, me coloqué al lado del señor Di Giovanni y no dejé mi mirada de mi jefe. Noté dos pares de ojos mirándome de arriba hacia abajo y me sentí abrumada de que me estuvieran mirando.

-Amelia esta vez soy yo quien necesita su ayuda- continuó diciendo mi jefe- sabes que siempre dije que eras una de mis mejores trabajadoras- miró al señor Di Giovanni y de nuevo a mí.

-¿Me ha hecho llamar sólo para mostrar lo agradecido que está con mi trabajo?- pregunté cruzándome de brazos, tanto misterio me estaba sacando de quicio.

Mi jefe sonrió, me conoce y sabe que no soy una mujer que se anda con rodeos- aparte de eso, me gustaría pedirle que se encargue de este proyecto con el señor Di Giovanni- me extendió unos papeles y la cogí, los ojeé y volví mi mirada hacia el señor Romserty.

-¿Por qué no le deja esto a Clare?- le devolví los papeles- seguro que estará encantada de trabajar con el señor y así pone en práctica todo lo que sabe.

El ceño del señor Romserty estaba fruncido- Porque la señorita Morgan es sólo una becaria en prácticas- sonó molesto. Esta podía ser una oportunidad para mí trabajar con alguien pero ¡tenía que ser precisamente él! Maldije mentalmente- así que lo toma o lo deja.

-Está bien- suspiré resignada, no podía negarme con esa oferta.

-Pues todo quedó claro, señor Di Giovanni podremos empezar mañana mismo, seguro que Amelia le va a ser de mucha ayuda.

-Será un placer trabajar con usted, señorita- dijo el señor Di Giovanni por primera vez. No me había dado cuenta pero no había intervenido en toda la conversación sólo se había dedicado a observarnos.

-Lo mismo digo. Señores vuelvo a mi trabajo que tengan un buen día- dije dándome la vuelta, caminé hacia la puerta y antes de abrir me giré sobre mis talones- Señor se me olvidaba, mi plaza de aparcamiento está siendo ocupada por un Ferrari y no estoy pagando por gusto para que cualquiera aparque ahí.

-Amelia ya me encargaré de que…- empezó a decir pero el otro hombre lo cortó.

-No fue mi intención quitarle la plaza- dijo aunque en su voz podía notar ni una pizca de culpa, parpadeé un par de veces.

Amor Mentiroso [+18]Where stories live. Discover now