Danganronpa: la detective y el suertudo.

De amigos a algo más...

Después de recibir una avalancha de preguntas por parte de Asahina, Kirigiri logró entrar a su habitación y al fin dejarse llevar por el silencio. Ese silencio que tanto amaba, de repente se dio cuenta que no estaba soñando. Finalmente alguien había logrado robarle el aliento, tanto que incluso lo beso...

Naegi, definitivamente él era alguien especial, pero nunca se imaginó que la única persona que le parecía parcialmente inofensiva de Kibougamine, fuera a robarle su tan anhelada calma, se sentía una ruleta de emociones en ese momento, tenía que serenarse un poco, pero no quería, era su momento especial y quizá esa noche soñaría cosas cursis.

Pero ella seguía siendo la jefe de Naegi, tendría que controlar sus emociones al máximo, aún no confiaba del todo en la fundación del futuro, además ahora tenía algo que era realmente importante para ella.

Se acostó en la cama, después de cambiarse, estaba realmente agotada, abrazó su almohada pensando en el castaño, su último pensamiento antes de dormir fue, que quería abrazarlo de nuevo y besarle un poco más.

Naegi por su parte no podía dormir, ¿en que carajos estaba pensando al abrazarla y besarle la mejilla?, por eso las chicas lo veían como un sumiso, pero lo único que estaba pensando era que quería hacer sentir especial a Kirigiri, porque ella era... llegado a ese punto le costaba describirla con una sola palabra, además quería verla sonrojarse, se veía tan hermosa.

Ok en definitiva era un poco sumiso, pero estaba tan feliz, los labios de la peli lila eran tan suaves, quería volver a tocar eso labios rosa, quería... rayos si seguía pensando podría pensar en las cosas que Fukawa había dicho.

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A la mañana siguiente, Naegi llego como de costumbre del futuro, todo parecía normal, después de todo, él era un distraído. De repente se tropezó con con cierta peli lila, ella cayó al piso sin decir una palabra.

En definitiva, así no fue como esperó volver a encontrarse a su chica especial. De repente Naegi vio como todos los observaban esperando algo, él le extendió la mano para ayudar a levantarse, pero algo en la mirada de ella le hizo entender que no era el momento para comportarse como en la terraza el día anterior.

-Perdón Kirigiri-san- dijo Naegi en tono nervioso- no estaba prestando atención. ¿Estás bien?.

La dama se organizó un mechón de cabello detrás de la oreja- ... Naegi-kun ... la próxima vez, se cuidadoso.

Después de eso no se dirigieron palabra todo el día, cada uno se ocupó de sus respectivos asuntos, pero en el transcurso de la mañana el castaño recibió un mensaje de texto.

"Naegi-kun, no estoy enojada contigo, solo... no creó que sea correcto que alguien aquí sepa sobre nosotros".

El suertudo sonrió, eso era algo muy propio de Kirigiri, aunque él entendía los motivos, aún se enfrentan a la desesperación después de todo.

El día continuo el excesivo trabajo agotaba a todos, al igual que las personas se volvían irritables.

El horario de trabajo de ambos terminó, Naegi espero a que cierta peli lila saliera, luego discretamente se despidió de sus compañeros y la siguió. El día era frió, en definitiva ese otoño iba a empeorar, el invierno estaba muy cerca. La detective abrió la puerta de la cafetería de siempre, pero sintió como alguien tomaba su mano impidiendo que entrara.

Eran japoneses claramente las demostraciones de afecto en publico no eran algo a lo que estuvieran habituados. Ella observó a su alrededor, no parecía que alguna persona de la fundación futuro estuviera por allí, así que Kyoko se relajo un poco, mientras Naegi la tomo de la cintura y poso sus labios sobre los de ella, fue un beso lento, lleno de ternura, que hizo que sintieran mariposas en el estómago, la dama no se dio cuenta en que momento se aferró a él, pero al cuando llego el momento de separarse ambos sonreían, juntaron sus frentes.