Capítulo 9

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Cathlen llegó cansada a las ruinas de lo que una vez había sido su casa, abrió la empolvada puerta, subió a lo que anteriormente había sido su habitación, después de aquel accidente la casa había quedado abandonada, todo estaba como ella recordaba lo había dejado, la cama con el colchón ahora lleno de moho, la mesita con un empolvado y quebrado espejo y la pequeña alfombrilla que tapaba el agujero donde guardaba su diario. Luego de un pequeño descanso, mirando las cosas que en su niñez tenían tanto color y ahora eran grises, bajó al salón y pensó en visitar a Nick. 

Nick era su amigo de la infancia, el único además de Damian que la conocía lo bastante bien como para ayudarla a escapar de lo que la atormentaba en su vida; ella había estado comunicándose con él mediante cartas y poco tiempo atrás habían conseguido poder hablarse mediante celular. Ella salió de su casa destruida, cruzó el jardín delantero y tomó hacia la derecha, allí era donde suponía aun vivía Nick, tocó el timbre y esperó. 

Al momento salió un chico alto, con el cabello rubio platino y ojos verdes, era atlético, después de todo Nick practicaba la natación y hacía mucho ejercicio para mantenerse. Él la observó durante unos segundos, evaluándola en el instante que el reconocimiento pasó por su mirada, se acercó a ella, la abrazó y besó su mejilla. 

—Hola Cath... ¿Cómo has estado? Pasa, ha pasado tanto tiempo...

Cathlen pasó, miró a su alrededor y decidió pasar a la salita. Nick cerró la puerta y entró detrás de ella, se adelantó al centro y le mostró un sofá. 

—Pasa, siéntate aquí...—dijo él, se sentó frente a ella y esperó a que empezara, pero al no ver respuesta por parte de ella comenzó—. ¿Cómo has estado? ¿Qué me cuentas nuevo? 

—Bueno... Nick —respondió ella—. No tengo mucho que contarte después de la última vez. Solo he querido venir hasta acá para pasar Navidad y despejarme un poco, pues... —suspiró—, he estado muy confundida. 

—Entonces dime —continuó él con cierto tono de preocupación en su voz— ¿Qué es lo que te tiene confundida? —Nick se acercó un poco para mirarla. 

—Bueno... Mira Nick —respiró profundo—, he tenido algunos problemas. — “Más que todo por mi culpa”

—¿Cómo cuáles, Cath? —Al ver que ella se notaba renuente a contestar, presionó—. Cuéntame, soy tu mejor amigo. 

Ella soltó el aire que sin saber había retenido. —Necesito un consejo, pero debe quedar entre nosotros todo lo que te diga, nadie más debe saberlo...

—Claro —sonrió Nick—. ¿Qué sucede?

—Pues que hace unos meses empecé a salir con Andrew... —Ella esperó que él comprendiera quién era, todo el tiempo hablaba de él con Nick, especialmente cuando se sentía tan mal por sus burlas.

—El chico que no para de molestarte...

—Paraba. Sí, él... bueno entonces estuve con él un tiempo, primero no resultó —Cathlen le contó todo lo que había pasado, desde como habían iniciado, la ruptura, Derek, los celos de él, la decisión de ella; lo único que se guardó para sí fue aquella noche en la habitación del hotel. 

—Pero eso no es lo malo... —dijo ella después de darse un respiro—. Lo que no tiene sentido en este momento es que aun no siento que me demuestre que me ama... —Continuó contando lo que había sentido cuando había visto a Natally con él y la reacción de ella, la felicidad que la invadió cuando lo vio a su lado en la enfermería al despertar de su inconsciencia. —Sé que él estaba intentando arreglar algo, que en realidad era mi culpa. Por eso no me podía quedar allí, no quiero interferir con su familia, lo mejor era que Andrew disfrute la Navidad con Natally, debido a que creo que no volverá a verla hasta el siguiente año. 

Un Amor Sin LimitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora