Capítulo 15

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Cathlen estaba atónita, no podía creer lo que estaba pasando, se sentó en la pequeña silla del escritorio, mientras miraba a Derek salir de la habitación, ella quería llamarlo, pero su voz no salía. "Él tiene que ser feliz" pensaba, sin embargo, no tenía la más mínima idea de cómo hacerlo volver al dormitorio y mucho menos cómo hacer para que Natally no lo rechazara.

Miró a Andrew, quien consolaba a Natally, en qué momento empezó a llorar no lo recordó, pero había algo que tenía que hacer, enmendar un error que en realidad había hecho alguien que le importaba y no iba a dejar que una simple estupidez dejara dos corazones destrozados, sabía que Derek estaba así como Natally.

Salió de la habitación y fue buscando a Derek por los pasillos. Lo encontró sentado al lado de su dormitorio, todavía corrían lágrimas por sus mejillas. Ella se sentó a su lado, le abrazó para reconfortarlo.

—Sabes, a mí no me importa en nada lo que dijiste sobre mí... —le dijo mientras limpiaba una lágrima de su rostro—, pero creo que le debes una disculpa a Natally.

Ella se levantó, tomó la mano de Derek, le miró nuevamente y sacó un pequeño pañuelo de su bolsillo del pantalón, se lo entregó para que él se limpiara la cara y lo ayudó a levantarse.

Derek no podía creer lo que estaba pasando, por su mente pasaba la clara decisión de disculparse con ella, en realidad se sentía muy tonto por lo que había dicho, luego de una pausa mientras miraba a Cathlen y lo que ella estaba haciendo, hizo el intento de hablar, Cathlen lo acalló antes de que él dijera nada.

—Tranquilo, sé que lo que habías dicho antes no querías haberlo dicho —dijo en tono despreocupado—, en especial con la intención que te dio a entender el tono de tu voz, pero eso fue más problema de la rabia que sentías en ese momento contra Andrew, contra lo que deseabas, no sé qué pasó antes de que nosotras llegáramos, pero eso te hizo enojar... —Tomó un respiro—. Y en los momentos de furia decimos lo primero que se nos ocurra.

—Bueno... —respondió él avergonzado, sabía que había algo que no había hecho bien y eso era haberle fallado a Natally—, eso en parte es así, en realidad, todo; pero me siento como un estúpido, no quería hacerle daño a Natally y mucho menos hacerte ver como una persona inhumana ante ella y Andrew. De verdad lo lamento.

—Mira... ahora no me importa eso. De verdad pienso que debes ser feliz —lo observó unos segundos—, y para eso... —se detuvieron frente a la puerta del dormitorio de Andrew—, debes pedir disculpas a Natally. Yo me llevaré a Andrew para que ustedes dos puedan estar solos.

Cathlen abrió la puerta y entraron.

***

Andrew no podía terminar de consolar a Natally, esto era lo que había estado evitando, conocía a su prima, ella quería a cualquier costo, significase lo que significase. Doliera lo que doliera.

—Pero ¿Cómo pude ser tan estúpida? —decía ella entre sollozos.

Él no era bueno en esto, jamás le había tocado consolar a nadie. —Nat, sólo fue una tontería. —¿Era posible que estuviera defendiendo a ese chico? No, él solo quería que Natally estuviera tranquila.

—Tenías razón, debí alejarme cuando pude, ni siquiera debí acercarme a él.

—No es tu culpa, Nat. Simplemente hay cosas que no podemos cambiar, pero que nos hace fuertes, ahora sólo debes ver las cosas hacia delante.

—Pero no entiendes. Ni siquiera yo entiendo. Lo amo. No puedo explicarlo. —Ella se pasó las manos por el rostro en un gesto de frustración—. Algo en él me llama. No puedo evitarlo, me siento como una idiota nunca debí confiar en él.

Era hora, Andrew tenía que confiar en Natally, era la única manera que tenía para tranquilizarla, aunque eso significara que tenía que tragarse de nuevo su orgullo y presentarse como amigo de aquel quien le alejó de su más grande amor. —Dale una oportunidad, Nat, la merece. Y sabes que jamás digo ese tipo de cosas.

—Escuchaste lo que dijo, es una pérdida de tiempo esperar a alguien, está en lo correcto, perdí mi tiempo aquí con él.

—No es cierto y lo sabes, él era tu compañía cuando yo no podía, estuvo contigo cuando me fui sin avisarte a buscar a Cathlen, él ha estado ahí para ti cuando yo no estuve. —Andrew suspiró—. Me arrepentiré toda mi vida si permito que te quedes así, cuando tiras todo a la borda por un minúsculo comentario, cuando estaba enojado. ¡Hey! Si hasta lo iba a golpear, de alguna manera tenía que dejar que su furia se saliese de su cuerpo.

—Pero jamás debió de haber dicho nada de eso, And. Simplemente no sé que estoy haciendo aquí. Bueno... además de acompañarte, sabes todo lo que hice por quedarme...

—Lo sé cariño —dijo acariciándole la espalda suavemente—, sólo tienes que escuchar a tu corazón, es el único que puede darte la razón.

—Pero duele, ¿Cómo hiciste para soportar todo esto?

—No lo soporté, al contrario huí en su busca, siempre hay algo en lo que amamos y, Natally, nosotros amamos por la eternidad y con el alma.

Ella se sintió extraviada con esto, sabía desde la primera vez que había visto a Derek en la habitación de su primo, él debería de estar con ella, ese sentimiento de poseerlo a su lado la había hecho mantenerse a su lado, besarlo aquella tarde en su dormitorio, pensar cada momento del día en él. Tenía que aceptarlo, se había convertido en parte de su mundo, aunque con el mínimo esfuerzo echó raíces en su corazón. Las lágrimas empezaron a escapar de sus ojos nuevamente. Se había dicho que nunca, jamás, lloraría por un chico, pero este le había roto el corazón.

Escuchó pasos fuera del dormitorio, miró alrededor y notó que Cathlen no estaba dentro. Suspiró y se abrazó más fuertemente a Andrew, él era el único que siempre estuvo ahí cuando alguien le dañaba, aunque estuviera a miles de kilómetros de distancia, podía contar con él y esta vez no quería estar en ningún otro lugar más que en sus brazos, era su hermano, aquel que nunca había tenido y ese apoyo que siempre tenía de él era lo que la mantenía tranquila.

Andrew la abrazó y le acariciaba su cabello, tal como cuando eran niños y ella se lastimaba, la rodeaba con sus brazos, le acariciaba la espalda suavemente hasta que ella se tranquilizaba, aunque esta vez iba a ser difícil que se tranquilizase antes de que tuviera que irse a su dormitorio. Cathlen no estaba para que le acompañara, de hecho había salido tan rápido de su habitación que ni se había enterado.

La manija de la puerta giró y miró a Derek entrar con Cathlen. Esta vez miró a Derek sin esa furia que le caracterizaba, en cambio sus ojos decían el pesar que sentía con Natally en sus brazos sollozando por culpa de su estupidez y no cuidar lo que salía de su boca. Lo miró con cierto grado de súplica para que se acercara a la cama y hablara con Natally, ellos tenían que hablar y desnudar sus sentimientos antes de que los dos se convirtiesen en rocas, para no demostrarse el dolor que sentían por el sufrimiento del otro.

Un Amor Sin LimitesWhere stories live. Discover now