20. Perder para ganar

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"Hay momentos en la vida que debemos entregar la libertad, aunque a nuestra alma le cueste un gran dolor.

Elevará su vuelo sobre horizontes nuevos, distintos, buscando el calor del sol y el reflejo de su yo en el espejo de su corazón.

Si un soplo de aire nos devuelve lo que un día se marchó, es que hemos vivido siempre en su interior y nos ha pertenecido... siempre, eternamente, siempre."

Estella Bono





           

-Ana, y has pensado en nombres para tu bebe?

-¡Amaia! –gritó Aitana

Estábamos en casa de Aitana, arreglándonos para la cena de fin de año que tendríamos con algunos amigos, bueno, más bien sus a amigos.

-Joe perdón, ¿no podemos hablar de eso? perdón Ana, de verdad perdóname es que no me entero a veces. –Me acerque a ella y le di un beso en la mejilla para que dejara de preocuparse. No es que no se pudiera hablar del tema, es que aún me costaba asimilar que realmente me había quedado embarazada a los 17 años. Siempre pensé que había que ser un poco lerda pero bueno, aquí estoy yo, la lerda número uno.

Los días habían pasado dolorosamente lentos, la mayor parte del tiempo estuve en mi casa sin mucho que hacer, recibí varias invitaciones por parte de Aitana y Amaia pero me negué pues aunque tenía ganas de verlas, necesitaba ese tiempo a solas. No me arrepentía de mi decisión pero eso tampoco aligeraba el lastre en mi conciencia.

Pasé días intentando buscar información, algo que me ayudara a salir de esta pero todo era tan ambiguo y complicado para mí, y mucho más en mi situación con mi tío tratando de joderme la vida a cada paso que doy. Para empezar me di cuenta de que poco podría hacer mientras siguiera siendo menor de edad, pero eso no sería un problema dentro de un mes y medio que por fin alcanzaría mis ansiados 18 años. Siempre tuve está loca idea de huir al cumplir los 18 pero también es cierto que el nimio deseo estuvo siempre enzarzado de miedos e inseguridades, miedos e inseguridades que mi tío se había encargado de grabarme en la cabeza desde muy pequeña. Pensaba que sería difícil huir... pero entonces ahora... el embarazo multiplicaba el impedimento al punto de haberme sentido agobiada en más de una ocasión desde que decidí tener este niño, ni siquiera podía contar con los dedos de una mano los ataques de ansiedad que había tenido en un periodo de cinco días.

Ha sido difícil y tampoco es que lo esperara de otra forma pero no por estar consciente el problema duele o aturulla menos, es igual de destructivo y sin querer yo caer en la autocompasión ni nada de eso... joder, que tengo 17 años, no soy la única que se haría trizas en una situación como la mía.

Dejando de lado lo evidentemente desgraciada que soy. Pude aclarar algunos temas en mi cabeza. El primero es que debería dejar de bailar en la academia pero como este año me gradúo y quiero el título, simplemente reduciré mis días, sé que puedo seguir bailando aun estando embarazada, solo tenía que averiguar cuáles eran mis limites, cosa que averiguaría en mi primera ecografía.

En el instituto educación física no sería un problema, estoy exenta de esa materia por ser bailarina pre-profesional aunque no sabía exactamente por cuánto tiempo más podría mantener ese título. También tenía claro que tenía que ser cuidadosa con todo, desde mis expresiones hasta mi ropa, la probabilidad de terminar el año escolar sin necesidad de que todo el instituto se enterara y me comieran viva es prácticamente nula pero al menos intentaría llevarlo lo más lejos posible.

Respecto a lo que viene después sigo sin tener muy claro que puedo hacer, lo único que tenía claro que es que tendría que escaparme de casa antes de que se me notara mucho la tripa. Mi problema real era, como evitar ir a club de mi tío, tenía que pensar en una buena excusa para dejarlo más adelante pero todo se complicaría.

Lagrimas NegrasDove le storie prendono vita. Scoprilo ora