Capítulo 75

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-______ se ha acabado la cerveza- gritó Kayla desde la otra punta de la sala.

El lugar estaba lleno de personas, estaban mis amigos y los amigos de mis amigos. El estereo estaba en su maximo volumen, los vidrios del departamento vibraban cada vez que este tenia un pico de ondas sonoras.

Los aperitivos que habian sobrado del cumpleaños de nuestra pequeña hija ya se encontraban en el estomago de las personas que estaban aqui. Aunque no me guste admitirlo habia varios conocidos que ya no estaban del todo sobrios, y con eso me refiero a que se habian agarrado una peda importante.

-¿No crees que seria mejor irnos de la fiesta por unas horas?- pregunta Thomas mientras me abraza por detras, atrayendome a él.

Su respiración estaba en mi cuello, emanaba olor a vodka, pero debia admitir que eso me encantaba. Aun no sé por qué soy tan bizarra con este tipo de cosas.

-Cualquier cosa a solas contigo es mejor- respondí tratando de contener mi deseo de terminar lo que habiamos empezado esta mañana.

-Allí en la esquina se encuentra una persona que contrate para que cuidara nuestra casa por unas horas, las que sean necesarias...- susurro mientras señalaba disimuladamente a un guardia que se encontraba parado a unos metros de nosotros.

Me sorprendí al ver ese hombre allí, pero me relajo el saber que podria marcharme por la puerta de entrada en cuanto quisiera. Ademas era agotador cuidar que ninguna las 30 personas alcoholizadas, que estaban en la sala, ocacionara destrozos.

-Creo que nunca dejaras de sorprenderme- musité.

-De eso se trata estar conmigo- respondió en tono seductor.

Tome su mano que me habia extendido y salimos por la puerta principal. Agradecí que nadie se haya dado cuenta. O al menos eso creo yo.

-Es extraño que aun nos sigamos escabuyendo de las personas- dije divertida- recuerdo cuando te conocí, tropecé y caí sobre tí como una tonta.

Lo miré de reojo mientras el elevador se encontraba bajando. El sonrió, e imitó mi acción.

-¿Esa caida fue accidental?- preguntó elevando sus cejas.

-Por supuesto que fue accidental- respondí un poco indignada. Jamas me tiraria encima de un hombre al primer encuentro. O si...

-Es dudoso- respondió él mientras se miraba en el espejo y acomodaba un mechon de cabello rebelde.

-¿Desconfías de mis intenciones?- pregunté de forma retorica- bueno si no mal recuerdo, al aprecer te gustaba que este en tus brazos porque minutos despues me cargaste en ellos nuevamente.

Mi tono de acusacion era divertido, sus ojos se habia abierto como platos. El hecho de que sea mayor que yo me encantaba, su forma de ser mas madura era lo que mas me volvia loca. Sabia como tratarme a la perfección, obviando a la epoca de Mary.

-¿Como recuerdas eso si tú estabas dormida?- preguntó.

-Nunca dudes de mis dotes para la actuación- respondí.

Rodo sus ojos e hizo un gesto de desaprobación. Aunque yo sabia a la perfeccion que a él le encantaba que yo le dijera este tipo de cosas.

La puerta del elevador se abrio y bajamos, por el estado deprorable en el que estabamos le pedimos al chofer que nos lleve a no se donde. Ambos subimos al coche y nos marchamos del edificio.

-¿A donde vamos?- pregunté entre risas tontas por no lograr abrochar mi cinturon de seguridad.

-Nos vamos a nuestra boda- dijo mientras hacias sonar sus dedos. La forma despreocupada en que lo dijo hizo que me lo tomara como una broma.

Forever In My Memory (Thomas Sangster Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora