Capítulo 17

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Lunes 21 de Septiembre de 2015

Maldito despertador ¿Para qué te puse?

Miré la hora, ya eran 7:45 A.M. Automáticamente se me vino a la cabeza el por qué de la maldita alarma, hoy era mi primer día de preparatoria.

Escuela nueva, amigos nuevos, profesores nuevos, suena bien...
¿A quien engaño? ¡Suena horrible!

Vamos bien, si tan solo mis padres estuvieran aquí y dejaran de ser un fantasma en mi vida esto sería más fácil. Es decir, su muerte me atormenta todos los días, quisiera poder despedirme, abrazarlos por ultima vez.

Me puse el jean que me regaló mi tía Sandra en aquellos tiempos y una remera común, si podía ir en pijama para mi era mejor.

(...)

—Ya bájate del auto, pareces traumada— dijo Dylan empujándome.

—Lo estoy, mis padres han desaparecido hace un mes— respondí.

Mi vista se mantenía al frente mirando al infinito, pero no, no lo hacía, sólo estaba mirando a los adolescentes que iban a ser mis nuevos compañeros de cárcel. El edificio de la preparatoria era muy moderno, las ventanas eran de color blanco, al igual que casi todas sus paredes visibles. Varios chicos del ultimo año ingresaron por la puerta principal, otras chicas con uniformes de porristas se les unieron.

En mi escuela anterior nunca logre pertenecer al equipo, aunque me hubiese encantado lucir alguno de esos trajes, mi cuerpo era lo menos atleta que existía en el mundo.

—No bajaré ¿Podrías llevarme a casa? Quizá mañana me sienta mejor y decida venir— continúe con mi vista al frente, le hablé pero no me digne a mirarlo.

—¿Puedes comportarte normal? Tengo cosas que hacer, me retrasas— Dylan se estiró a lo largo del asiento delantero hasta llegar a mi puerta e hizo un intento por abrirla, pero fallo.

Entrecerré mis ojos y lo fulminé con la mirada. Bajé lentamente del auto y cerré la puerta, asome un Fuck you por la ventana y camine hacia la puerta del instituto.

En el fondo no quería tratar así a mi hermano, pero todo esto que está ocurriendo me desequilibra todo el tiempo. Estoy yendo a terapia una vez a la semana pero esto no parece ayudarme demasiado.

Entre al salón y me senté primera, en la fila del medio, la que no es diva no disfruta.

—¡O'Brien!

El barrigón del frente llamo por mi apellido, haciendo que todos los alumnos voltearan y me miraran.

Levante la mano. Rápidamente comencé a notar como las miradas de todos se dirigían a mi, me miraban como si tuviera un moco en la cara o algo parecido, así que procedí a agregar un par de palabras que les quite la idea de poder perjudicarme por ser la nueva.

— ¡Hola! Me gustaría que no me miraran con esas caras, soy nueva lo sé, pero si no les molesta agradecería que no me miren así, y si no veremos como lo arreglamos— mis palabras fueron calladas por el señor barriga que siguió hablando sobre vaya uno a saber qué, me pase toda la mañana dibujando círculos en la hoja.

El timbre sonó y todos salieron del aula menos yo y otro chico que estaba sentado en el ultimo banco de la fila de la derecha.

—Mira chama ¡Es una chica nueva!— el chico de la esquina emitió un grito agudo y corrió hacia la silla que estaba a mi lado y se sentó observándome.

Lo mire confundida por unos segundos, no sabia si me hablaba a mi a otra persona, aunque era evidente que me hablaba a mi algo en su vocabulario me hacia pensar lo contrario, le dediqué una sonrisa amable.

Forever In My Memory (Thomas Sangster Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora