Aquí Estamos

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*** Juliet ***

Sabía que estaba mal mentir... y más a alguien que estaba aquí para protegerme... pero sabía que si le contaba que sabía lo de la profecía acabaría negándose a decir algo aunque subiese la respuesta a mi pregunta.

Me levanté de la cama con la intención de ir a la biblioteca a buscar un libro que tuviese puesto algo sobre la profecía...

*** Alex ***

El Parlamento seguía igual de siempre. Las paredes eran todas blancas, de vez en cuando habían cuadros de antiguos miembros del Parlamento.

Hacia la Sala De La Verdad nos llevaba alguien encapuchado. Por el pelo rubio que tenía por fuera a todos nos quedó claro que era una chica. Scott dijo que era una Hada De La Noche.

Esas hadas son unas de las más fuertes, pero también de las escurridizas y orgullosas.

Finalmente por fin llegamos a la enorme puerta que llevaba a la Sala De La Verdad.

-- Os están esperando dentro. -- nos informó el Hada con una sonrisa.

-- Gracias por acompañarnos hermosura. -- le guiñó el ojo Max. Ella no dijo nada y se fue por donde había venido.

Después de intercambiar miradas entramos en la Sala.

-- ¿A qué se debe esta visita? -- preguntó uno de los miembros más antiguos del Parlamento.

-- Tenemos que hablar sobre un tema muy importante. -- respondió con firmeza Dante y levantó la mirada hacia él.

-- ¿De qué se trata? -- preguntó una mujer que se quitó la capucha de color rojo. Era rubia y de ojos violetas.

-- La Profecía. -- respondí y en la sala se extendieron susurrós que comentaban lo que acababa de mencionar.

-- ¿Os referís a La Profecía de la Reina de las Sombras?  -- preguntó el antiguo miembro y nos miró con algo de preocupación.

-- Esa misma... La princesa podría estar en peligro por ella. -- suspiró Max preocupado.

-- Debéis estar equivocados. Esa Profecía fue destruida y rota por miembros del Parlamento hace años. -- dijo otra mujer que no se molesto ni en quitarse la capucha.

-- Jane tiene razón. La Profecía hace tiempo que dejó de existir. -- estaba de acuerdo el antiguo miembro.

-- ¿Si es así, cómo es que la Organización Oscura sabe el contenido de esta Profecía?  -- preguntó Scott de forma astuta y cruzó los brazos.

Por la Sala se volvieron a extender más susurrós, pero esta vez más intensos y llenos de sorpresa. Lo extraño que vi era que un pequeño grupo no discutía nada de lo que decíamos. Solo escuchaban en silencio.

-- ¡Silencio! -- levantó la voz esta vez el antiguo miembro del Parlamento. Todos se quedaron callados y nos miraron. -- ¿Qué queréis decir con que La Organización Oscura conoce La Profecía?  -- añadió la pregunta y busco alguna respuesta en nosotros.

-- Cuando mi hermana se quedó sola en el Castillo la atacaron y a su profesor, Jack le dijeron una de las partes de La Profecía. -- respondió Dante.

-- Eres... el hermano de la Reina... -- suspiró un hombre que aparentaba los treinta años.

-- Es imposible... Dijeron que el hermano de la princesa estaba muerto. -- volvió a decir la chica que no se molestó en quitarse la capucha.

-- Eso es imposible. Dante siempre ha estado en un lugar seguro con nosotros. -- gruñó Scott al ver que todos se habían puesto a hablar del por qué no está muerto.

-- ¿Qué parte de La Profecía le dijeron?  -- preguntó de nuevo el miembro más antiguo del Parlamento, nada más calmarse todos los demás miembros.

La verdad es que era algo un poco raro... normalmente habían tres miembros principales y luego estaban los consejeros. Los consejeros a veces ni estaban presentes, solo cuando no podían decidir algo... pero en cambio, ahora estaba toda La Sala llena. Era un lujo muy grande... llamar a todo el Parlamento, para que recibiese a cuatro vampiros.

¿Tan importante es esa Profecía?  No dudo de que hay algo en ella escrita sobre el Parlamento... Por qué si sólo de tratase de Juliet... Apuesto a que habría el mínimo de personas y que tardarían más tiempo en aceptarnos. No podía dejar de fijarme en el pequeño grupo. Ninguno de ellos se había quitado la capucha y sólo miraban, escuchaban y de vez en cuando se comentaban algo. Era demasiado sospechoso. Otra cosa que no lograba entender fue...

¿Por qué debería estar Dante muerto?

-- Me temo que no conocemos la parte que le dijeron a él... pero sí la que descubrió mi hermana, Katia. -- respondí. Scott me dio un codazo y me miró de forma incomprendida. Katia se llevaba mucho con el Parlamento. Conocía casi a todos los miembros y con todos se llevaba bien. Ni idea de como lo hacía... el grupo y yo éramos todo lo contrario. Nos Llevábamos con el Parlamento de la peor forma posible.

-- ¿Qué haces? -- gruñó en mis pensamientos Dante.

-- Nada. Responder con sinceridad. -- respondí de forma simple.

-- ¿Por qué metes a Jack? Si le llaman Juliet se quedará sola en el Castillo. -- Estaba de acuerdo con el Scott.

-- Error, a nosotros nos dejarán irnos y a él lo traerán aquí. -- respondí.

-- Chicos... calmaros estamos en el Parlamento. -- intentó calmaros Max.

-- ¡¿Podrías controlar esos estúpidos celos?! -- dijo enfadado Dante y cruzó los brazos.

-- ¿Cuál es? -- preguntó de nuevo ya con poca pacienciainterrumpiendo así la conversación que estabamos teniendo aparte.

-- Cuando el Reino de las Sombras llegué a su final, una vampira lo gobernará.

La muerte le llegará, y será la culpable de la caída del Reino y la única que sufrirá. -- citó Dante.

-- Es la última parte de La Profecía... -- suspiró sorprendido el antiguo miembro. -- ¡ Que alguien me traiga a Jack! -- añadió alterado. Todos intercambiamos miradas y esperamos a que nos dijese algo a nosotros.
-- Y vosotros os quedaréis aquí para decirnos si lo que dice es verdad. -- gruñó molesto.

-- ¡¿ Estás satisfecho idiota?! Dejaremos por tú culpa a Juliet sola. -- gruñó Dante y me dio un empujón. -- Estúpidos celos. -- añadió mientras Scott intentaba calmarle.

Pero... ¿Por qué? Pensaba que todo sería diferente... La estoy poniendo en peligro... Soy un completo idiota... Sentí una lágrima en mi rostro.

-- Alex, calmate. Estará bien. Sabe defenderse. -- me dio ánimos Max.

-- Tiene razón. Llama a Katia para que este con ella. -- me guiñó el ojo Scott.

-- Lo siento, Dante... -- suspiré.

Just My Destiny (Libro 3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora