🎆Bonus 2da Parte🎆

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Jamás en mi vida había conocido a alguien que se subiera a un carrito de compra para ganar altura, era una cosa simplemente demasiado peligrosa.  Y no lo sé, pero tal vez si yo no hubiera estado ahí el chico se hubiera dado un buen golpazo contra el suelo. La palabra que usaría para describir a Alexander era: Adorable.

Cabello castaño ligeramente ondulado y largo, mejillas abultadas que se sonrojaban con facilidad, grandes ojos castaños y una estatura pequeña que lo hacia lucir lindo. No era mi tipo, pero el chico definitivamente llamaba mi atención. No intente ligar con el, pero me prometí que si el chico volvía entonces si que no dejaría pasar la oportunidad.

Al dia siguiente Alexander volvió y era tan jodidamente buena mi suerte que el chico castaño llegó acompañado de la única persona a la que esperaba no ver nunca más en la vida.

Sabía que Tyler, mi primo, se había ido a estudiar fuera del pueblo pero ni por asomo cruzó por mi mente que hubiera elegido justo esa ciudad. Digo, llevava alrdedor de año y medio viviendo en aquella ciudad y no me lo hanía cruzado ni una sola vez. Supe desde el principio que Tyler me causaría problemas, sobre todo cuando note la manera en la que veía a Alexander, era tan malditamente evidente.

Y lo fue aun más cuando ese mismo día, después de que Alexander me pidiera mi número y se sonrojara todo frente a mi, Tyler volviera para confrontarme y tratar de averiguar mis intenciones con su lindo amigo. Esa fue la gota que derramo el vaso. Tenía demasiadas cosas guardadas y Tyler prácticamente se ofreció a ser mi desahogo.

Así que tomé la decisión de desquitarme con Tyler y para eso necesitaba a Alexander.  No me fue difícil formar un plan, armaría una fiesta, unvitaría al chico y probablemente lo metería en mi cama.
Por un momento casí desistí de esa idea al recordar las palabras de Patrick: "Portate bien mientras estoy fuera".

Pero decidí que estaba harto de ser un buen chico si al final de cuentas a Patrick no le importaba...al menos no de la manera que yo quería importarle. Las dudas fueron dejadas de lado y la fiesta fue armada. No tenía muchos amigos en aquella ciudad, pero bastó con decirle a la persona correcta sobre la fiesta y eso me aseguro que la casa se llenara por completo en cuestión de un par de horas. Ni siquiera tuve que gastar en bebidas ya que la cerveza apareció como por arte de magía.

No sabía que Tyler aparecería en la jodida fiesta, tampoco esperaba agarrarme a golpes por él a causa de Alexander, quien en realidad no me interesaba en lo absoluto. Y tampoco sabía que Patrick volvería antes de tiempo y se toparía con todo ese jaleo. Supongo que no siempre fuí inteligente tomando decisiones.

****

Y pues ahí estaba yo, lidiando con las consecuencias de mis actos, limpiando toda la jodida casa preguntandome como se me fue a ocurrir hacer algo tan estúpido. Me tomo horas dejar la casa completamente limpia. Para cuando terminé eran cerca de las tres treinta de la madrugada, estaba agotado e irritado. Pero en el fondo también estaba asustado de lo que pasaría con Patrick.

Él estaba enojado y eso solo podía terminar de dos maneras: que hicieramos las pases con un encuentro infernalmente caliente o que él terminará echandome se su casa; y aunque me aterrara pensarlo, algo me decía que la segunda opción era la más probable.

Decidí que era hora de afrontar las cosas y por eso decidí ir a hablar con Patrick. Golpeé en la puerta un par de veces antes de abrirla. Él estaba sentado en la silla frente a su escritorio con la portatil abierta. Llevaba puesto sólo los pantalones de pijama y una toalla alrededor de su cuello como evidencia de la ducha que seguramente había tomado.

—Venía a informarte que he limpiado todo, tu casa esta como la dejaste. —Ni siquiera volteó a verme. Siguió enfrascado en lo que hacia. —¿Estas molesto?

Fue Aquella NavidadWhere stories live. Discover now