🎄Seis🎄

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El veintitrés de diciembte llegó como si nada, pero para ese entonces, yo ya me había rendido en mi busqueda de un novio. Después del fracaso con Devon, ya no me sentía con animos de seguir buscando al "chico indicado", tal ve no existía y solo estaba engañándome a mi mismo. Me resigné a solo ir a la dichosa fiesta familiar y soportar todos los comentarios que tía Beril (y el resto de la familia) tuviera listos para mi.

Así que allí estaba sentado en la mesada con Tyler a mi lado. Estabamos desayunando y el pelinegro parecía realmente satisfecho con las crepas que prepare. Por un momento me permití preguntarme que es lo que Tyler haría para navidad y de hecho estaba a punto de preguntárselo e indagar un poco más en su vida cuando mi teléfono empezó a timbrar.

Por supuesto era mi madre quien llamaba, seguramente quería asegurarse de que iría a casa para navidad, me sentí tentado a ignorar la llamada, pero era mi madre después de todo.

—Hola mamá— respondí con todo el entusiasmo que alguien puede reunir a las ocho de la mañana.

—¡Osito!— Gritó ella haciéndome alejar el teléfono de mi oido y por supuesto que no me paso desapercibida la forma en la que Tyler tartaba de contener la risa. —Espero no haberte despertado.

—Claro que no mamá, pero por favor...deja de llamarme osito— eso último lo susurré.

—¡Pero si te encanta que te llame así!

—Lo hacía, cuando tenía cinco años— gruñí.

Mamá me había dado el apodo de osito porque solía ser un poco rellenito de pequeño...y pues si, me gustaba que me llamara así hasta que los demás niños empezaron a molestarme por ello. Además ya era un hombre y que mi madre siguiera llamándome de esa forma...me hacia sentir ridículo.

—Okey, okey Alexander— su voz resentida me hizo sonreir, sabía que solo estaba fingiendo. —Te llamaba para saber si vendrás a casa mañana.

—Sabes que si.

—Bien, porque la tía Beril esta aquí ansiosa por verte. — "Seguro que sí" pensé. —Además tenemos muchas sorpresas este año. ¿Recuerdas a tu prima Janin?

—Sip— como no hacerlo, Janin era la que siempre terminaba con la sobras del postre de navidad.

—Pues veras, ella acaba de llegar ¿y no adivinas qué? —solo guarde silencio esperando a que soltara la oh maravillosa noticia —¡viene en compañía de su futuro esposo!

"¡Qué!". ¿Cómo era posible que Janin tuviera un futuro esposo? Vamos que la chica tenía el carácter más detestabale del mundo. No podía salir de mi asombro sobre todo al recordar que mi prima Janin solía ser caprichosa, malhumorada y siempre decía que nunca se casaría. Y tal vez lo que más me jodio era el hecho de saber que Janin era un año menor que yo. ¿por qué ella si podía tener un novio y yo no?

—Wow eso es fantástico...

—Lo sé...y dime cariño ¿Tú ya conseguiste a alguie? ¿No darás la sorpresa este año...?

—Err..escucha ma, justo en este momento estoy algo ocupado pero igual nos veremos mañana, así que te envio un mesaje cuando este de camino.

—Pero...

—Bye, te quiero.

Y corte la llamada como todo un cobarde, pero no quería decirle a mi madre que aun no tenía un novio y que la platica teléfonica se sextendiera más de la cuenta. Y seguro como el infierno que no quería a mi madre dándome concejos para ligar.

Deje el teléfono a un lado y centre mi atención en mi desayuno. De pronto la crepa con frutas en mi plato me parecía irritante, así que empece a picarla con el tenedor hasta que quedo hecho un desastre.

Fue Aquella NavidadOnde histórias criam vida. Descubra agora