Epílogo - (leer nota al final)

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Torneo Intercontinental de Campeones Pokémon, un año después...

Aquí estaba. La cima más alta de los entrenadores Pokémon, la cúspide de los mejores, y el máximo campeonato que se le podía otorgar a cualquier entrenador. Este era quizás el peldaño final para cualquier entrenador cuyo sueño fuese coronarse como el Maestro Pokémon más grande del mundo, pues aquel que lograra ganarlo sin duda podría nombrarse sin temor a equivocarse como el entrenador más fuerte de todos.

El Torneo Intercontinental de Campeones Pokémon tenía lugar cada cuatro años, y la entrada a este era extremadamente limitada. De los millones de entrenadores que había por todo el mundo Pokémon, solo los mejores tenían una posibilidad de acceso, entre Campeones regionales, miembros del Alto Mando, y esporádicamente a los ganadores regulares de conferencias de la Liga Pokémon. La Frontera de Batalla de Kanto fue un caso especial, pues para ellos solamente abrieron una plaza, que tuvieron que disputársela los ocho Cerebros en un torneo interno para decidir quién sería su representante. La final se decidió en un duro combate tres contra tres, donde el trío All-Stars de Charizard, Sceptile y Greninja se las vio duras contra los tres Regis de Brandon, pero al final, el equipo de Ash salió victorioso. Tras esto, el muchacho de Pueblo Paleta prometió a sus colegas de la Frontera que se esforzaría por ganar ese torneo, no solo por sí mismo, sino para ellos.

Para describir su actuación en una palabra, la mejor forma de decirlo podría ser "estelar". A pesar de ser el único representante de la Frontera de Kanto, Ash fue ascendiendo peldaños lento pero seguro, derrotando con gran dificultad a oponentes de la talla de Lorelei, Lance, Diantha y Steven Stone, entre otros, hasta coronarse como el ganador del Bloque A. Todos sus oponentes le dieron un gran reconocimiento, y le desearon la mejor de las suertes en la gran final, cuando se enfrentase al ganador del Bloque B, que sin duda le prometía proporciones legendarias, en más de un sentido.

Sobra decir que Ash estuvo bastante sorprendido de ver que su oponente, el ganador del Bloque B del torneo era ni más ni menos que Tobias. Ese entrenador misterioso que barrió el piso con él y el resto de su equipo en la Liga Sinnoh, con solo su Darkrai y su Latios. Ahora que se estaba enfrentando a otros campeones, por primera vez muchos pudieron ver a más de su equipo, pero hasta ahora, ninguno había podido llegar hasta su último Pokémon. Lo más que habían alcanzado había sido hasta el quinto, y esa fue Cynthia, gracias a su Mega Garchomp, que terminó con un Doble KO, en la final del Bloque B. Ahora en este punto, todos parecían tener sus esperanzas puestas en Ash, para ser el que revelase (y si era posible, que derrotara) al sexto Pokémon de Tobias.

En la cabina VIP, se encontraban los otros Cerebros de la Frontera, viendo a la expectativa el encuentro. Aunque habían podido conseguirles entradas a los amigos más cercanos de Ash, la mayoría de ellos no pudieron hacer el viaje por otros compromisos, pero sin duda lo estaban apoyando en espíritu y ahora lo veían en vivo desde sus hogares respectivos. Las dos que sí hicieron un esfuerzo sobrehumano para poder asistir y ver este encuentro en vivo, fueron Misty y Serena. En aquel momento, las dos chicas tenían las manos entrelazadas, y la que les quedaba cada una se la había llevado al pecho, sintiendo que el corazón se les aceleraba de emoción y deseando con todas sus fuerzas que Ash saliera victorioso de este encuentro. Esto no pasó desapercibido por Anabel, que a estas alturas ya conocía de los sentimientos que ellas dos albergaban por el muchacho, y pensaba que esas dos eran muy afortunadas.

El tablero hasta ese momento mostraba como iba el resultado, y el equipo de Tobias había sido revelado en casi su totalidad. Igual que años antes en la Liga Sinnoh inició con Darkrai, y aunque puso fuera de combate al Tyranitar de Ash, no se fue limpio, y Pidgeot pudo derrotarlo con mucha dificultad. Tobias entonces sacó a su Latios para iniciar una espectacular batalla aérea, en la que finalmente salió triunfante, aunque igual que Tyranitar, Pidgeot no cayó sin pelear y alcanzó a infligirle quemaduras graves con un ataque de Ola de Calor antes de caer, lo cual le causó problemas en el siguiente asalto. Pikachu pudo tomar el relevo y esta vez derrotarlo sin caer en el proceso y sin utilizar su mejor carta todavía, permitiéndole a Ash guardársela para después. El tercer Pokémon de Tobias fue un Entei, y Ash decidió combatir fuego contra fuego, con Charizard. Aunque estaban muy igualados, Ash activó la Mega Evolución y consiguió ganar, siendo la primera vez que alguien se ponía por delante de Tobias en el marcador en todo el torneo, pero Tobias tenía su propio Mega Pokémon en espera. Un Lucario, específicamente, el único no-Legendario en su equipo, pero no le pedía nada al resto de sus compañeros, pues definitivamente estaba a la altura, y Charizard no pudo con él a pesar de la ventaja por tipo. Sceptile tomó el relevo y Ash intentó también usar Mega Evolución con su segunda Piedra Activadora (se la llevó como refuerzo adicional), pero igual, tampoco logró vencerlo, aunque sí lo dejó lastimado lo suficiente para que Pikachu pudiera terminar el trabajo sin mayores problemas. Siguió después un duelo eléctrico en el cual el roedor de Ash peleó valientemente contra un Zapdos que aguantó casi todos sus ataques. En un esfuerzo desesperado, Ash y Pikachu usaron su Movimiento-Z, y por primera vez pareció que Zapdos sí sintió eso. Lamentablemente, a Pikachu se le fue todo el poder que le quedaba en ese último ataque, y Zapdos lo dejó fuera de combate. Ash corrió al campo a recoger a su compañero y se lo entregó a un asistente para que se lo llevara, y al retornar a su lugar, tomó su última Pokébola. Ahora era todo o nada.

Encrucijadas: Entre una Sirena y una PrincesaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum