1. Capricho.

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La vida de un dios pasaba tan lento como si dejaras caer la arena de todo un desierto grano por grano a comparación de la vida de algunas miles de criaturas existentes en otros planetas, que para los Asgardianos era tan rápida como chasquear los dedos.

Y para un niño de tan solo 9 años de edad que vivía básicamente confinado en un enorme castillo lleno de habitaciones y pasadizos con secretos por descubrir a espaldas de su padre, cada día pasaba rápido entre juegos y risas. Su hermano mayor, Thor, de 14 años, le había enseñado cada atajo, cada escondite y cada objeto mágico claramente prohibido para ellos que había encontrado a lo largo de su niñez; sin embargo, Thor comenzaría a tener intereses diferentes a los de su hermanito, y cada tarde pasó de jugar con él a irse con su grupo de amigos a aventuras fuera del castillo y del reino. Había pasado ya año y medio de que Thor había dejado de jugar con su hermano menor, y este comenzaba a sentirse realmente solo y aburrido, al principio podía entretenerse fácilmente leyendo o tomando clases de magia con su madre, incluso cuidando las flores o alimentando a los caballos, pero para un niño año y medio es muchísimo tiempo y Loki comenzó a aburrirse rápidamente de hacer lo mismo día tras día.

— Mamá, ¿porqué no puedo ir con Thor? —Preguntaba el pequeño Loki a punta de lagrimas, harto de quedarse solo todas las tardes—. ¡Sé como defenderme!

— Ya te lo dije amor mío, eres muy joven aún para ir donde tu hermano, tú padre nunca lo permitiría. —Respondió Frigga inclinándose para secar las lagrimas de su pequeño hijo—. ¿No prefieres que tengamos otra lección de magia en la biblioteca?

— ¡Ya lo sé todo! Practique noche tras noche esperando que me dejaras ir con mi hermano si me aprendía los hechizos de todo un libro. —Miraba al enorme puente arcoíris donde su hermano cabalgaba hacia el Bifröst para ir a otra de sus grandes aventuras—. Aprendí hechizos de defensa, de camuflaje ¡e incluso sé como hacer un replica exacta de mi! Thor solo sabe usar su estúpido martillo y su fuerza bruta, no es justo.

Las lágrimas volvieron a brotar de los ojos del menor, la frustración se apoderaba de su pequeño cuerpo y sentía un nudo en su garganta, ¿porqué él no podía hacer lo que Thor? ¿Porqué si tan solo le llevaba 5 años y él ya sabía lo suficiente para cuidarse? La magia de Loki era avanzada para su edad, su madre era excelente maestra pero el niño de verdad tenía un don con ella. Y aún así, Thor seguía superándolo por tener un pedazo de piedra que lanzaba chispitas, o eso era lo que pensaba Loki.

— Loki, escúchame, por más magia que sepas usar, los peligros de los otros reinos son mucho para un jovencito como tú. —Frigga sonrió ante la valentía que estaba mostrando su pequeño—. Hablaré con Padre de todo y luego con tu hermano y sus amigos. Si tu padre accede, haré que Thor te ponga aprueba en su siguiente salida, ahí sabremos si de verdad estas tan listo como dices.

La felicidad de Loki era tan grande que no supo como ocultarla, saltó a los brazos de su amada madre y le agradeció a todo pulmón, luego salió corriendo hacia su habitación para "prepararse". Frigga en cambio no estaba del todo feliz con lo que acababa de decirle a su hijo, pero escucharlo tarde tras tarde con la misma queja comenzaba a ser un dolor de cabeza, tal vez Loki si estaba preparado para ir, ahora todo dependía de lo que Odín respondiera.

La noche llego tan rápido que el pelinegro no lo había notado, estaba ansioso intentando elegir cual de sus 5 dagas debía guardar en su cinturón y cual de los 23 libros de magia se llevaría a su primer aventura, junto con una enorme mochila repleta de su comida y golosinas favoritas. En la mente de Loki todo estaba perfectamente calculado, sus ojos esmeralda brillaban como las lunas que alumbraban todo Asgard y sentía que el pecho le ardía de la emoción, aún sin siquiera saber si su padre diría que si o que no.

— ¿No crees que es demasiado para una sola aventura, Loki? —Preguntó Thor a la entrada de la habitación.—

— ¡Hermano! —Corrió a él tan solo con escuchar su voz—. ¡Iré contigo! ¡Mamá dijo que podría y que tú me pondrías a prueba y que tus amigos estarían y que papá...

— Wow wow, espera un poco... —Lo detuvo el rubio con una leve sonrisa—. ¿Qué es todo esto? Si sabes que no podemos llevar libros, ni golosinas y tampoco tus 5 dagas ¿no?

— Pero mamá dijo... —

— Loki, si en plena batalla se te ocurre ponerte a buscar el hechizo adecuado para aparecer un conejo, te harán papilla. —Aclaró Thor en tono de burla hacia la magia—. Puede que las dagas si sean de buena ayuda, pero no hay tanto espacio en tu cinturoncito.

A Loki se le borró la sonrisa enseguida, olvidaba que su hermano ahora se creía mucho por llevar ese martillo, era algo hartante cuando presumía su fuerza y poder, y aún más cuando lo hacía enfrente de las chicas del pueblo, las volvía locas. Odiaba que le dijeran que hacer, y lo odiaba aún más cuando era Thor quien lo hacía; el menor se dio media vuelta y comenzó a sacar todo lo que llevaba en la mochila sin decir nada.
Thor, mientras tanto, buscaba la forma de decirle a su hermanito que Padre de todo había dado un rotundo no por respuesta, no quería terminar con una acuchillada en la costilla ni con un Loki llorando en su hombro; no encontraba las palabras adecuadas, de una u otra forma Loki explotaría, y también él se sentía un poco decepcionado por la respuesta de su padre, sabía tanto como su madre que su hermano deseaba con fervor acompañarlo.

— Hey, siéntate. —Pidió con un tono más amable y Loki obedeció, Thor tomó lugar a su lado—. Papá dijo que no.... —Al instante vio los que la expresión de su hermano era de enojo, y antes de que este hiciera algo debía seguir hablando— ... Pero, yo no soy papá, soy tu hermano mayor y sé bien cuanto deseas mostrar que tú también eres fuerte, así que mañana hablaré con mis amigos y con Heimdall.

— ¿Estás diciendo que escaparemos? —Se sorprendió Loki—. ¿Desobedeceremos a papá?

— No sería la primera vez que lo hago, el único con autoridad que sabrá que lo hicimos será Heimdall, y no dirá nada a menos que papá lo ordene directamente, y por eso mismo, debemos pensar en una buena excusa para que no se preocupen por donde estaremos toda la tarde, podemos decir que salimos a cabalgar o que se yo. —

El brillo volvió a los ojos del menor, era increíble que Thor aceptara llevarlo con él aún a espaldas de Odín y Frigga, era algo completamente fuera de lugar, algo que solo Thor haría. Ahora solo faltaba la cuartada, hablar con los amigos de Thor y convencer a Heimdall, no era tan sencillo como sonaba, debían pensarlo realmente bien, y seguramente Frigga le daría la noticia a Loki al día siguiente, debía fingir estar triste y decepcionado.

— Bien, ahora que lo sabes, debes prepararte bien, y no me refiero a que lleves 2 kilos de golosinas. —Bromeó el rubio—. Salimos en 3 días, veme mañana en la noche en las caballerizas, te enseñaré a usar tus dagas correctamente.

— Hermano, espera. —

Thor se había levantado decidido en irse a su habitación a descansar, pero Loki lo detuvo de un brazo y luego lo jalo hacia él, el rubio pensó que se trataba de un abrazo pero en realidad Loki solo estaba intentando quitar algo de la linda cabellera de Thor. Era una simple ramita atorada, el mayor no se movió para dejar a su hermano quitarla y en esos segundos ahí se dió cuenta de algo: Loki tenía los ojos verdes más hermosos que había visto en todo el reino.

A thousand years with you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora