XXIV

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Narrador omnisciente

Las manos de Renjun temblaban al igual que sus piernas. Sostenía los papeles de su discurso mientras lo arrugaba un poco y trataba de secar sus lágrimas con la manga se su chaqueta negra.

Jaemin lo abrazó para tranquilizarlo y el solo tapó su rostro, cayendo de nuevo en un llanto agónico.

La familia de Chenle, sus amigos, todos los presentes lloraban.

Bajaron el ataúd a la fosa para luego taparlo con tierra. Renjun estaba gritando entre lagrimas que sacaran a Chenle de allí... Jaemin lloraba en su hombro mientras sobaba su espalda para tranquilizarlo.

Los operarios del cementerio le dieron el pésame a los presentes y se fueron cuando toda la tierra estaba tapando el agujero.

Renjun soltó los papeles que había estado leyendo minutos antes, dejándolos caer al suelo.

Haechan los recogió entre lagrimas y luego Mark lo abrazó por los hombros. Renjun cayó de rodillas frente a la ahora tumba de Chenle mientras sus lágrimas caían hasta la tierra humedeciéndola.

La familia Zhong se fue retirando, acompañando a los padres del chico mientras los amigos de este se quedaron allí.

Renjun con sus manos excavaba, diciendo que Chenle quería salir de ahí. Jeno separó a Renjun de la tumba y lo puso en pie para luego limpiarle las manos.

Los amigos del chico se fueron retirando hasta solo quedar Renjun.

Él estuvo por horas allí, de pie frente a la lápida con el nombre de su amor.

Llegó la noche y Jaemin aún destrozado decidió llamarlo para ver como estaba. Renjun no contestaba al teléfono.

Estuvo varios minutos llamando a Renjun y se comenzó a preocupar por él.

Llamó a Jeno llorando y pronto, este se presentó en su casa. Ambos chicos salieron a buscar a Renjun a los sitios donde podría estar, pero no se les ocurrió mirar en el cementerio.

Al llegar allí, Jeno frenó a unos cuantos metros de la tumba de Chenle, parando a Jaemin.

Jaemin le preguntó que ocurría y miró en dirección a la tumba de su amigo, encontrandose a Renjun tumbado sobre esta.

Jaemin fue corriendo hacia él contento pensando que tal vez Renjun se quedó allí dormido, seguido de Jeno.

Pero su sonrisa se fue cuando al acercarse más se dio cuenta que Renjun tenía una pistola en la mano y habia una charco de sangre bajo su cabeza junto a unos trozos de su discurso manchados con sangre:

No te preocupes pequeño, a donde tu vayas yo iré contigo. Nunca te abandonaría.

Siempre lo daría todo por ti.

Todo.

Jaemin comenzó a gritar de horror y Jeno le tapó los ojos, abrazándolo contra su pecho mientras él igual lloraba y temblaba.

Jeno se llevó a Jaemin lejos de allí y llamó a la policía.

𝐻𝑢𝑟𝑡𝑠 𝐿𝑖𝑘𝑒 𝐻𝑒𝑙𝑙 || ʀᴇɴʟᴇWhere stories live. Discover now