XIII

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Desde ese día todo volvió a ser lo de siempre. Te abrazabas a mí y venías a mi casa.

Solo había dos diferencias: de vez en cuando compartíamos fugacez besos... y seguías con Jisung.

Tenías miedo de él, no te atrevías a dejarlo.

Este fin de semana me dijiste que quedaste con él para dejarlo.

No quería volver a dejarte solo.

Me llevaste a tu cuarto y me quedé en la habitación de al lado, asomando por la rendija de la puerta. Al rato llegó él y ambos fuísteis a tu cuarto.

Jisung miraba su móvil mientras tú le explicabas lo mal que te sentías y querías terminar. Él te miró alzando una ceja para luego volver a su celular, no te hacía caso y comenzaste a frustrarte.

Le arrebastaste el teléfono y se puso como una fiera. Levantó su mano para golpearte pero no dejaría que eso pasara así que salí de mi escondite.

Agarré su mano para que no te golpease y se giró hacia mi. Golpeé su cara con mi puño y su nariz comenzó a sangrar. Tu te tapaste la boca alarmado.

Él me delvolvió el golpe y caí al suelo. Se tiró sobre mi y comenzó a golpearme en la cara. Mi nariz y boca comenzaron a sangrar.

Tú trataste de detenerlo pero él te cruzó la cara con su palma. Entonces enfurecí y lo agarré del cuello para sacarlo a la fuerza de la casa. Lo arrojé fuera y el trató de volver a entrar golpeando la puerta.

Comenzaste a llorar en tu cama y yo te abracé.

Curé tus heridas y tú las mías. Me pediste que me quedase a dormir en tu casa y así lo hice.

Nunca te dejaría solo.

𝐻𝑢𝑟𝑡𝑠 𝐿𝑖𝑘𝑒 𝐻𝑒𝑙𝑙 || ʀᴇɴʟᴇWhere stories live. Discover now