Sin pensarlo la entrelacé con la tuya apretándote levemente.

"Alba" dices como diciendo que esto no está bien. Y yo más te apreté. No quería dejar de sentirte. Me suplicas con tu mirada y sé que esto te hacía más daño, pero es que yo no pretendo eso.

"Necesito esto" te susurro lo más bajo posible, sólo quiero que tú me escuches. Llevo nuestras manos a mis labios y beso la tuya suave sin despegarlos. Cierro los ojos y me duele. Sólo quiero estar contigo, es lo único que pido.

Esta vez sólo miraste, no me detuviste. Tal vez tú también lo necesitabas.

Llegamos y te sueltas de mi mano. Abres la puerta e intentas andar por tu cuenta, pero veo que te duele, cuando me dispongo a ir hacia ti, escucho la voz de Marta.

"Alba nosotros vamos a la farmacia a ver que le pillamos, quédate con ella"

"Vale, nos vemos" digo con prisas porque ya te veía lejos.

Corro hacia ti consiguiendo alcanzarte.

"Nat" digo a la vez que rodeo mi mano por tu cintura. Tú suspiras cansada, sé que no quieres que esté aquí. Que te duele, pero sólo quiero cuidarte.

"Para de seguirme Alba. Ya no sé como decirte que no quiero verte" Te costaba decirlo pero lo dijiste, sin mirarme a los ojos pero lo escuché. Por mucho que me doliera no me iba a rendir.

"Me da igual Natalia, voy a estar aquí por mucho que no quieras. Te juro que voy a arreglar esto como sea" Te giré para quedar de frente con mis manos en tu cintura. Te vi agotada, esto te estaba consumiendo y sé que debería dejarte ir por tú bien pero no puedo. 

"Yo no puedo estar contigo como antes ¿Por qué no entiendes eso?"   Cerré los ojos al escucharte, dolía demasiado. Sé que muchas de tus palabras me iban a hundir, pero tengo que seguir. Porque cariño, lo de nosotras fue real y fuimos las mejores. 

"No tenemos que ser como antes, sólo me vale con tenerte cerca" Siento que lloro por dentro, que tus ojos también me dicen que me quieres tener cerca. 

Con cuidado me acerco a ti y te abrazo, mi frente apoyada en tu pecho, cierro los ojos y te respiro. Se sentía tan bien volver a tenerte así. Noto tus manos en mis hombros, querías apartarme, pero eras suave y yo más me pegaba a ti. Parecía desesperada, pero por ti me da igual parecerlo. No voy a superar esto, ni quiero. 

"Alba, ya" Apretaste mis hombros levemente y yo quería respetarte así que me aparté. Te miré directamente a los ojos y quise decir que 'te quiero' pero sólo me mantuve en silencio. 

Nos fuimos a tu habitación, me dolía cuando te tocabas la barriga porque veía tu dolor, como cerrabas los ojos y cogías aire profundamente. 

Estábamos en tu cuarto y tú seguidamente fuiste a por el tabaco en tu mesa. Me ofreciste seria acercándomelo pero yo te negué. Nunca me gustó fumar, sólo lo hacía porque mi vida no estaba siendo la mejor. Te lo encendiste e inhalaste con ganas pero calmada. Yo te miraba, no paraba de pensar en lo que iba a pasar, en si me ibas a echar. 

Fuiste al espejo y te miraste primero, te vi con miedo. Pero sin pensarlo lo hiciste, te levantaste la sudadera para ver lo que te había hecho. Tu expresión no cambió, sólo te quedaste fija ahí. Te miré con dolor, tenía ganas de llorar, era todo mi culpa. Me acerco a ti y tú ves como lo hago por el reflejo del espejo. Quiero besar tu dolor, quiero borrártelo con mis labios pero sé que no puedo. Me acerco por detrás y poso mis manos en tu cintura apoyando mi frente en tu hombro suspirando. 

"Lo siento" No soy capaz ni de mirarte, me doy asco.

"Esto no ha sido tu culpa" 

"Si, si lo ha sido" digo afirmando con la cabeza muchas veces en tu hombro. 

Sobran las palabrasWhere stories live. Discover now