•• Capítulo 27 ••

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Narrador

Antes de partir a Inglaterra

Eivør se encontraba en trance sentada sobre su trono con su mirada perdida en la nada. Su padre, Olaf, observaba por una de las ventanas del gran salón como las personas comenzaban a juntarse en el muelle con motivo de despedir a los guerreros que partirían a Inglaterra.

Se gira, y camina lentamente hacia su única hija — Eivør...— la llama, pero ésta no responde. La muchacha sigue con sus ojos fijos en la nada — Hija.

Eivør levanta la mirada, y deja ver sus ojos marrones cristalizados de lágrimas — No podré hacerlo.

Olaf se agacha hasta que su rostro queda justo frente al de la reina — Claro que podrás. Eres mi hija, Eivor. Eres fuerte. Mucho más de lo que todos creen.

— Ya no... — contesta la joven con su voz quebrada — No me siento fuerte, padre.

— Por los dioses...— murmura por lo bajo. Desliza su mano hasta llegar a la pequeña daga que se encontraba escondida entre sus ropas — Toma.

Eivør niega con su cabeza, mientras cierra los ojos con fuerza tratando de contener el llanto — No puedo...

— Si, si puedes. Puedes y podrás, Eivor — Contesta demandante su padre — ¿Te has dado cuenta lo que hizo esa mujer en sólo dos días aquí? Tiene a todos comiendo de la palma de su mano. En especial a tu esposo.

— Ivar la ama — contesta con amargura — Él está estúpidamente enamorado de ella...

— ¡Por eso debes matarla!

— ¡No puedo! — grita Eivor, elevando la voz aún más que su padre — Jamás he matado a nadie, no soy como tú.

Olaf se pone de pie y comienza a caminar en círculos alrededor de su hija, jugueteando con la filosa daga entre sus manos — Pero así y todo lo eres. Eres mi hija. Llevas en la sangre el valor y el coraje, mi dulce Eivor.

— No podré — contesta la joven negando con su cabeza — Ella es una escudera, sabe pelear — Eivor eleva su cabeza para mirar a su progenitor — Ella terminará matándome. Además, siempre está rodeada de sus guerreros...—

— Encontrarás el momento adecuado — interrumpe su padre.

Eivør vuelve a negar, dejando de reprimir las lágrimas — ¡No! Ivar me odiará. Además, no puedo hacerlo padre. No siendo la hija de quién es...

— ¡Por los dioses, Eivor! ¡Tú no eres tan estúpida como para creer que esa mujer es hija de nuestra diosa! ¡Es una maldita mentirosa!

— ¡No quiero que Ivar me odie! No ahora que...estoy embarazada.

Olaf se inclina nuevamente hasta quedar a la altura de su hija — ¿Embarazada? ¿Tú... tú estás esperando un hijo de él?

La joven se mantiene en silencio, mientras sus manos comienzan a secar las lágrimas que había derramado — No. No es de él — Sube la mirada y contesta segura — Pero él nunca lo sabrá.

— ¿No que él nunca pudo ser todo un hombre contigo? — pregunta desconfiado el Jarl.

— Pudo solo en pocas ocasiones. Y en la última vez, lo logró, padre. Es justo el tiempo en que este bebé está creciendo dentro de mi. Le diré que es nuestro y me creerá — el rostro de Eivor alertó a su padre. Olaf no estaba seguro del nivel de cordura que su hija estaba teniendo en estos momentos.

— Eivør...

— Sé cual es tu plan, padre. Pero al saber que le daré un heredero no me odiará. Se enamorará de mi — Eivør sonríe con una clara cara de desquicio. Toma la daga que aún estaba en manos de su padre y la examina — No sé usar esto.

En Vida Como En El Valhalla • (SEGUNDA TEMPORADA) [Ivar The Boneless] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora