Advertencia: lemon
Se amaron tan intensamente que se rompieron...
Se separaron y caminaron en sentidos opuestos, olvidando que el mundo es redondo.
Portada hecha por @miss-horrible
— ¡maravilloso! Todos están aquí - dijo Airi abriendo la puerta para encontrarse con Toshinori y su hermana tomados de la mano.
— Me da miedo que esté tan feliz - murmura el rubio a la de ojos rojos. Ella asiente.
Rápidamente se da cuenta la razón de su enorme alegría. Rei, Enji, Shiori, Saori y Naomasa los esperaban en la sala de estar.
— ¡SORPRESA! - gritaron todos mientras lanzaban confeti a los recién llegados. La hermana de Eimi sonaba un silbato y aplaudía como loca.
Toshinori sonreía y Eimi tragó grueso. Tener a todos sus amigos ahí para el rubio era algo maravilloso, el se había ido a América a los 16 y ya habían pasado seis años de aquello.
La mirada turquesa no se despegaba de la Hayashi menor, Enji sabía que Airi lo había invitado con una segunda intención, pero jamás le pasó por la mente que su plan era arrancarle el corazón y servirlo en la cena para todos.
Peor que perder a Eimi por tres años era verla regresar de la mano con ese que siempre odió.
Para Enji el tiempo estaba pasando en cámara lenta, todo estaba en silencio, excepto por una risa a su lado que por primera vez no era de Airi. Miró a su lado y la de cabello celeste que trataba de contener su burla. Enji bufó molesto.
— Tienes que admitir que es muy divertido. - dijo Shiori viendo las puntas blancas de su cabello mientras suprimía otra risilla.
— Eres una...
— Calla, o haré que Airi te paralice otra vez.
El pelirrojo no permitiría eso, cuando Airi lo paralizaba era para contarle algo que el no quería saber o para atormentarlo con el pasado y Justo en ese momento había bastante que ella podía decir.
Miró como el rubio veía a Eimi, de esa misma forma Eimi alguna vez lo vio a él. Toshinori caminó hacia el y le dio la mano, por un momento Enji quizo incinerarla pero se limitó a tomarla.
— ¡Felicidades por tus mellizos! Y por tu puesto - esas palabras hicieron que Eimi y Saori abrieran los ojos con algo de terror y las hermanas mayores no pudieron evitar reír. Toshinori había dicho esas palabras de manera inocente y sincera, pero Enji odiaba ser el número dos. Eimi y Saori se pusieron alerta por cualquier posible ataque por parte del pelirrojo.
— Gracias, Yagi. - respondió y el rubio sonrió.
La cena transcurrió con anécdotas de america y muchas risas, era la bienvenida del rubio y de Eimi, pues Toshinori no tenía idea que Eimi ya había estado allá hacía poco.
— ¿Sabes? Por años le reproché a Airi el burlarse de ti. —murmuró Shiori, que se encontraba al lado de Enji. — ya sabes, eso de hacerla mejor persona... pero, hoy entendí lo gratificante que es.
El rostro de Enji se encendió llamando la atención de todos los presentes. Eimi evitaba su mirada.
— Shiori, apágalo. - pidió Airi con media sonrisa. La mencionada hizo que agua brotara de sus dedos y fuera directo a las llamas que había en el rostro de Enji.
— Enji, se que no te agrada Toshinori-San. Pero haz esto por Eimi, son amigos. - murmuró su esposa. Enji solo se cruzó de brazos en silencio. ¿Amigos? ¡Claro que no! Ella era el amor de su vida y ahora tenía que sentarse a ver como ella se reía con su enemigo jurado.
— Quiero hacer un anuncio. - dijo el rubio y todos prestaron atención.
— Airi me acaba de escribir que te diga: esto te va a encantar, Flamitas - informó Shiori haciendo que Enji mirara a Airi al otro lado de la mesa.
— Eimi, hemos sido novios por año y medio y nos conocemos de toda la vida... haz estado ahí para mi siempre, me has levantado y cuando no puedes, te recuestas conmigo a cargar la mitad de mi dolor... Te amo demasiado y por eso, hoy frente a las personas importantes para nosotros te pregunto: ¿quieres ser mi esposa?
Eimi lloraba ante las palabras de su novio, Saori y Naomasa grababan esa propuesta con sus celulares, Rei también lloraba por la linda escena y Airi y Shiori grababan las expresiones de Enji de distintos ángulos.
— ¡Aceptó! - gritó la de ojos rojos abalanzándose al rubios. Lo besó y el la cargó.
Los presentes aplaudieron, excepto Enji que no salía de su asombro. Eimi se había comprometido delante de sus ojos, SU Eimi se había comprometido, no lo miró ni titubeó al menos por un microsegundo.
El héroe incandescente sintió como todo el fuego de su interior se volvía hielo. ¿Acaso eso sintió Eimi el día de la boda? El quería ponerse de pie, golpear a Toshinori y salir de allí con Eimi en brazos, pero estaba estático, no podía moverse, su cuerpo no le hacía caso.
— ¿Sabes un dato curioso de los corazones rotos, Shiori? - se burló Airi a la derecha de Enji.
— ¿Cual? - cuestionó la mencionada a la izquierda del hombre, los demás presentes rodeaban a la pareja recién comprometida.
— El sonido que hacen al romperse, es un silencio ensordecedor.
Enji se quedó en silencio. Por primera vez sentía un nudo en su garganta. No podía, no quería abrir la boca.
Eimi se iba a casar y el no podría hacer nada.
— Muero por verte en la boda. - escupió Shiori.
— Me alegro que sientas que tu vida de acaba. Hace tres años le rompiste el corazón a mi hermanita... y siento que cuando te rompí dos huesos no pagó la cuota, bienvenido a tu infierno, Enji.
La piel del hombre se puso de gallina. Las palabras de Airi salían con mucho odio y el entendía eso perfectamente bien. Airi era de su edad y siempre habían entrenado juntos, esa mujer siempre fue su gran amiga hasta el día que el rompió el corazón de Eimi, se había ganado el odio de la Hayashi mayor.
