27. ¿Quizás amando demasiado?

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Kim Taehyung sabía que una de las cosas más idiotas que había hecho, fue entrar en esa habitación.

Justo ahora, sentía el cuerpo de Jungkook presionarse contra el suyo, los brazos del hombre estaban en su abdomen, tocando con lentitud e inseguridad por debajo de la camisa que llevaba puesta y él no paraba de preguntarse por qué no tenía la fuerza de voluntad para hacerlo a un lado.

Y es que Jungkook. Jeon Jungkook, el mismo hombre que había hecho su vida miserable desde hacía unos años, le había dado dos besos esa misma noche, ¡dos besos y nunca antes lo había besado!

En las 3 o 4 veces en las que había estado en esa habitación, nunca supo lo que era recibir un beso de ese chico. Ni siquiera cuando eso había pasado por primera vez. Sin embargo, a pesar de que Jungkook nunca había estado en el lado cariñoso, tenía esa inquietante forma de entregarse y hacerlo sentir que estaba siendo amado, aún cuando sabía que ese nunca sería el caso.

"Dejame amarte" ¿Qué clase de persona decía eso en pleno siglo XXI? ¿No se daba cuenta que sonaba tonto, ridículo y que hacía que su corazón se saltara un latido cada vez que lo escuchaba? ¿Por qué no hacía las cosas más fáciles para ambos? Si sólo dijera que quería sexo, quizás Kim Taehyung no se permitiría pensar por un par de segundos, que tal vez Jeon Jungkook no lo odiaba tanto.

Su cuerpo estaba tenso. Había sido un tiempo desde que había sentido ese tipo de tacto sobre su piel, ya ni siquiera recordaba cuántos meses habían pasado. A pesar de que de vez en cuando iba a ver a su madre y que en varias ocasiones había tenido la dicha de encontrarse con Jeon, esto que estaban a punto de hacer, no había sucedido desde hacía mucho.

En su momento asumió que Jeon había encontrado una pareja estable o lo más probable, que a pesar de seguir soltero, ya se había cansado de él y de esas reglas estupidas que había impuesto hace tanto tiempo.

Después de todo, a pesar de que Kim tenía un trabajo donde ganaba bien y hasta estaba viviendo por su cuenta, en el fondo, él sabía que nunca dejaría de ser aquel mocoso haraposo y hambriento que alguna vez fue. Jungkook siempre lo vería de esa forma y aunque no debería, dolía pensarlo. Dolía y le daba vergüenza darse cuenta que ante los ojos del hombre, nunca sería más que ese mocoso insignificante.

- ¿Por qué estás pensándolo tanto? - se tensó al instante con la voz a sus espaldas, sonando entre curiosa y disgustada y Taehyung no sabía qué responder.

Aún no estaba seguro de querer hacer esto, no ahora que en verdad se daba cuenta que al abrir esa puerta, le había dicho a JungKook que estaba dispuesto a tener sexo con él. Su erección y la propia erección del mayor, que sentía presionarse contra su trasero, afirmaban esa verdad, no había como negarlo.

Después de los minutos de intenso placer, ¿qué más obtenía? ¿Cómo terminaría sintiéndose...?

Ya sabía lo que era, lo había experimentado en carne propia. Después de terminar, Jungkook ni siquiera le daría una segunda mirada. Sí, claro, Juangkook se aseguraría de darle un placer que no debería ser tan condenadamente bueno, lo haría gemir y lloriquear de maneras espléndidas... pero en cuanto él mismo encontrara su propia liberación, se levantaría de la cama y se perdería en el baño, sin voltear a verlo de nuevo.

¿Por qué Tae no podía simplemente decirle que no quería hacerlo? A Kim le daba miedo pensar en la respuesta.

Entonces, se envalentonó  y se preparó para responderle, aún cuando cientos de partes de sí mismo le rogaban que no lo hiciera.

- Después de hoy, esto no va a pasar nunca más - dijo, sorpresivamente, su voz sonaba tranquila. Las manos en su abdomen se detuvieron de inmediato, pudo sentir la tensión del momento y esperaba con un rápido latido, el veredicto del chico.

Insulin by Mink (NamGi)Where stories live. Discover now