Capítulo 5: Llamada perdida.

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Max

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Max.

Sé que tendría que haberme ido.

Quedarme dormido a su lado no fue una decisión sabia. Y menos estando en su casa. Cualquiera podría verme y nada terminaría bien.

Sin embargo, esto lo pensé una vez me desperté a la mañana siguiente.

La luz de la ventana pegando directamente en mis ojos combinada con el ringtone de mi teléfono, fueron suficientes para terminar con la paz de mi sueño. Eso y el cuerpo de Chester prácticamente trepado al mío.

Creo que es la primera vez que dormíamos juntos.

Trato de salir de debajo suyo. Un quejido se escapa de sus labios.

Tomo mi móvil y salgo finalmente de la cama. Brett está llamándome.

Contesto antes de siquiera preocuparme por bajar la voz o prestarle atención al chico en la cama que ahora está despierto mirándome con interés.

—¿Brett? —su voz agitada es lo primero que se escucha antes de alguna palabra.

"—¡Max! ¿Dónde estás? ¿Crees que puedes venir a recogerme al hospital?"

Le echo un vistazo de reojo a Chester que me mira curioso mientras se viste.

—Sí, claro. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

"—Me han dado el alta, pero no es solo eso."

Chester se acerca a mí y comienza a besar mi cuello.

Me quedo en silencio por lo que Brett vuelve a hablar.

"—Jackson me ha llamado."

Se me corta la respiración. ¿Con que ahora decide aparecer? Maldito idiota.

—Iré para allí ahora mismo.

Corto y Chester se separa de mí.

—¿No te quedaras, verdad? —pregunta, sentándose en su cama y mirando mis movimientos.

¿Se dará cuenta que sé en la forma en que me mira? Es decir, el ya confeso que le gusto, pero el amor que hay en su mirada cuando me mira no es un simple "gustar".

—¿Estás loco? Ni siquiera tendría que haberme quedado a dormir. Es muy peligroso.

Chester asiente. Ni él es tan tonto como para no darse cuenta que estoy en la boca del lobo.

—Termina de vestirte y te acompaño a la salida.

En menos de cinco minutos estábamos ambos en el pasillo de la mansión. Ambos mirando hacia todos lados esperando no encontrarnos con nadie.

Caminamos despacio en dirección a las escaleras. Cuando estamos a mitad de estas, se escuchan voces y ruidos provenientes de abajo. Se me hiela la sangre.

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